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La Jara cacereña es un espacio natural al noreste de la provincia de Cáceres, Extremadura, España, que junto a Los Ibores y Las Villuercas forman la comarca Villuercas-Ibores-Jara.

Abarca los términos de Villar del Pedroso, Carrascalejo, Garvín, Valdelacasa de Tajo, Peraleda de San Román y Navatrasierra. Su paisaje es el más parecido al de las tierras toledanas, de las que quedó escindida administrativamente en 1833, a pesar de haber formado parte de la comarca natural de La Jara. Sus términos son los típicos de llanura, protegidos por la sierra.

Geografía física

Ubicación

Sus límites son por el oeste la provincia de Toledo, al norte la línea del Tajo, al este por las riberas del pantano de Valdecañas y al sur por el valle del Guadarranque y Gualija.

Geología

Su paisaje contrasta con el de las zonas cacereñas vecinas, debido al predominio de la llanura pizarrosa, en ocasiones fuertemente ondulada, en el que son frecuentes los escarpes graníticos, los cerros de calizas marmóreas, rañas arcillosas y crestones de cuarcitas.

Cuenta con una red hidrográfica muy dilatada, con un acusado impacto modelador sobre su territorio. La mayoría de sus fuentes y manantiales tienen su origen en la Sierra de Altamira, en la que han originado gargantas y desfiladeros como la del río Gualija o del Pizarroso.

Clima

Cuenta con un clima mediterráneo continentalizado moderado, con fuertes variaciones termométricas entre las zonas serranas y la llanura central. Su características climáticas han originado una vegetación predominante de tipo árido, en el que el matorral de jara es su principal componente.