Karen White (nacida Stephen Terence Wood; 1966) es una mujer transgénero británica, condenada a cadena perpetua por múltiples delitos sexuales,^[1]​

Stephen Terence Wood fue condenado a cadena perpetua por abuso sexual, antes de ser sentenciado trabajaba como artista drag en el rastro de Mánchester.^[2]​^[3]​

En 1989, cuando todavía era Stephen Terence Wood, fue condenado por agresión sexual, exhibición indecente, ultraje a la moral pública con niños, crueldad con animales y deshonestidad.^[4]​ En 2001, atacó sexualmente a dos niños de nueve y doce años, por lo que fue condenado a 18 meses de prisión.^[4]​ En ese momento cambió su nombre por el de David Thompson.^[5]​ En 2003, cuando vivía en Mánchester, le ofreció a la esposa de un amigo suyo ayudarle a redecorar su departamento y aprovechó la situación de estar a solas con ella para drogarla y violarla desmayada. La mujer estaba embarazada.^[4]​

En 2016 violó repetidamente a una mujer de 20 años.^[4]​ Ese mismo año fue juzgado y condenado a una pena de prisión por dos violaciones y varios delitos sexuales con violencia, cometidos entre 2003 y 2016. La esposa de su amigo dijo que la violación que había padecido en 2003 había arruinado su vida porque su esposo no la había creído por el hecho de que conocía previamente a su agresor y que nunca más había podido volver a tener relaciones sexuales.^[4]​

Durante el juicio, alegó sentirse mujer, comenzó a utilizar el nombre de Karen White y solicitó ser transferida a una cárcel de mujeres mientras estaba en prisión preventiva durante el mismo.^[6]​^[3]​ White vestía de mujer aunque seguía teniendo su cuerpo con atributos masculinos.^[7]​

La Ley de Reconocimiento de Género de 2004, Gender Recognition Act, permitía a las personas transgénero cambiar nombre y sexo legalmente en sus documentos sin necesidad de someterse a una cirugía de reasignación de sexo.^[8]​ La política de 2011 exigía un certificado de reconocimiento de género antes de que una persona trans pudiera ser ubicada en una prisión correspondiente a su género sentido. Eso fue cambiado en 2017. La nueva política tomaba en cuenta respetar a alguien en el género con el que se declaraba identificaba. Durante la contienda por el liderazgo del Partido Laborista, los tres candidatos expresaron su convicción de que cualquier persona transgénero que se declare mujer debía ser tratada como tal y, por lo tanto, encarcelada en una prisión de mujeres.^[1]​^[9]​ La nueva Ley Trans en Inglaterra de 2017 la ley aseguraba el derecho de los reclusos a ser tratados según el género en el que se identificaran sin necesidad de un Certificado de Reconocimiento de Género ni un diagnóstico médico de disforia de género, lo cual permitía que quienes se identificaran con un género diferente a su sexo biológico pudieran ir a una cárcel consistente con el género con el que se identificaban. Eso permitió que White fuera a una cárcel de mujeres a solicitud suya,^[5]​^[10]​ a pesar de no tener una cirugía de reasignación de sexo.^[11]​^[12]​^[13]​

En 2018, White vivía en un complejo de viviendas sociales en el pueblo de Mytholmroyd, West Yorkshire y fue detenida por haber apuñalado repetidamente, con un cuchillo para carne, a un vecino suyo de 66 años, luego de acusarlo falsamente de haberla agredido sexualmente.^[4]​ Sus vecinos decían que durante tres años presidió un reino de terror, abusando física y verbalmente de otros. Llegó a denunciarlos a la policía por transfobia y delitos de odio, pesar de que otras personas trans convivían allí sin problemas. Algunos residentes decidieron mudarse porque le temían.^[5]​ La Justicia la puso en prisión preventiva y decidió su traslado a la prisión de New Hall en Wakefield, en West Yorkshire, Inglaterra, una cárcel para mujeres.^[4]​

En Inglaterra, una junta formada por administradores de prisiones y psicólogos decide a qué tipo de cárcel enviar a los/las delincuentes transgénero o transexuales.^[14]​ A pesar de no haberse sometido a un cambio de sexo y conservar sus genitales masculinos, las autoridades aceptaron su condición de transgénero para enviarla a una cárcel de mujeres para cumplir con el resto de su condena.^[15]​ La junta no tuvo en cuenta los antecedentes delictivos de White a la hora de decidir transferirla a una cárcel en la que hay tanto mujeres como niños que acompañan a sus madres.^[14]​ Mientras estaba en prisión preventiva, White admitió libremente ante los agentes de libertad condicional que estaba interesada sexualmente en los niños.^[4]​ Apenas llegó a la prisión, abusó sexualmente de varias internas.^[5]​^[10]​^[16]​ Fue denunciada por cuatro agresiones sexuales.^[17]​^[6]​^[12]​ Frente al tribunal de magistrados en la ciudad de Leeds,^[18]​ White se defendió afirmando que era una mujer y no se sentía atraída por otras mujeres.^[2]​^[19]​^[20]​

A pesar de su negativa, fue condenada a cadena perpetua con ocho años y medio de prisión como mínimo.^[4]​^[19]​ Luego de ese lapso podrá pedir la libertad condicional.^[6]​ White fue condenada a cumplir su pena en una cárcel para hombres.^[21]​ White, sin antecedentes de tratamiento hormonal ni cirugía se alojó en una prisión femenina, a petición suya, en donde cometió delitos sexuales contra mujeres reclusas que estaban detenidas allí.^[22]​

El juez Christopher Batty expresó: "Usted es un depredador y altamente manipulador y en mi opinión usted es un peligro. Representa un riesgo significativo de daños graves para los niños, las mujeres y el público en general".^[4]​

Frances Crook, directora de Howard League para la Reforma Penal, sostuvo que "mujeres vulnerables están siendo puestas en riesgo por la política penitenciaria del país".^[10]​

La columnista del Times, Janice Turner, criticó que la seguridad de las mujeres fuera menos importante que la expresión de género sentida: "Encerrar violadores en cárceles de mujeres, entre reclusas vulnerables que incluyen víctimas de violación es como poner a un zorro en el gallinero."^[23]​ Según Pilgrim Tucker, casi la mitad de las reclusas mujeres trans son delincuentes sexuales.^[24]​

Según las cifras oficiales en Gran Bretaña, las presas trans tienen cinco veces más probabilidades de llevar a cabo ataques sexuales contra las reclusas en las cárceles de mujeres que otros presos.^[7]​ Según las cifras publicadas del Ministerio de Justicia, 60 de las 125 mujeres transgénero que han sido condenadas en Inglaterra, lo fueron por uno o más delitos sexuales.^[19]​^[16]​

El Ministerio de Justicia pidió disculpas por haberla enviado a una cárcel de mujeres sin haber tomado en cuenta su historial de violencia sexual y pedofilia.^[25]​^[5]​^[24]​^[24]​