José Francisco Vergara
José Francisco Vergara Echevers (Colina, 10 de octubre de 1833-Viña del Mar, 15 de febrero de 1889) fue un ingeniero civil, militar, bombero, escritor y político chileno. Es reconocido por su participación en la construcción del ferrocarril de Santiago a Valparaíso. Fue considerado héroe de guerra tras su rol como comandante de caballería en la Batalla de Pampa Germania, siendo con esa fama nombrado ministro de Guerra y Marina. Participó en los combates de Chorrillos y Miraflores. Vergara lideró y organizó la fundación de la ciudad de Viña del Mar al norte de Valparaíso, donde vivió en lo que hoy se denomina como Quinta Vergara. Como bombero lideró la fundación de la Primera Compañía de Bomberos de Viña del Mar. Su vida política la llevó a cabo en el Partido Radical del cual sería su presidentey desempeñó los cargos s de senador de la República, ministro del interior, siendo también y candidato presidencial en 1886. Además, como miembro activo de la masonería llegó a ser Gran Maestre de la Gran Logia de Chile. Falleció a la edad de 55 años.[1] Primeros años de vidaHijo de José María Vergara Albano, quien fue ayudante de Bernardo O'Higgins, alcanzando el grado de sargento Mayor en 1818 y posteriormente nombrado intendente de Colchagua por Manuel Bulnes; y Carmen Echevers y Cuevas. Nieto de José Francisco Martínez de Vergara y Rojas-Puebla, sobrino de Pedro Nolasco Vergara Albano, primo de Diego Vergara Correa, José Bonifacio Vergara Correa y tío de los senadores y diputados Ismael Valdés Vergara, Francisco Valdés Vergara y el crítico literario y subsecretario de guerra y marina Pedro Nolasco Cruz Vergara. Realizó sus estudios primarios en colegios particulares y secundarios en el Instituto Nacional. El 12 de abril de 1853 es nombrado Inspector de Internos de dicho instituto. Posteriormente ingresa a la Universidad de Chile, llegando a obtener el título ingeniero agrimensor en 1859, con 26 años de edad.[2] Matrimonio e hijosContrajo matrimonio el 8 de agosto de 1859 con Mercedes Alvares Prieto, nieta de Francisco Alvares y de Dolores Pérez Flores.[3] Tuvieron dos hijos, Salvador casado con Blanca Vicuña Subercaseaux; y Blanca casada con Guillermo Errázuriz Urmeneta.[4] Fundación de Viña del MarEn 1853, con 20 años de edad, comenzó a trabajar en la línea del tren que uniría la ciudad de Santiago y Valparaíso. Durante este trabajo conoció a Mercedes Alvares Pérez, hija del dueño de la hacienda Viña del Mar, con quien contrae matrimonio el 8 de agosto de 1859. El 24 de diciembre de 1874, presenta al intendente de Valparaíso el proyecto de formación de la población de Viña del Mar. El 28 de diciembre de 1874 se aprueba el proyecto y se dicta el decreto respectivo de fundación. Vergara, en 1875, inicia tanto la venta y como la donación de terrenos para la construcción de dos escuelas, la capilla ya existente de 1871, el Matadero y el hospicio en 1878. La población fundacional de la ciudad de Viña del Mar, se ubicó en la parte baja de la Hacienda de Las Siete Hermanas, dentro del conjunto de las dos haciendas (junto a la Viña del Mar al norte del Estero) que Vergara administró desde el fallecimiento de sus suegros en 1873. El 31 de mayo de 1881, se promulga el decreto que da origen a la Municipalidad de Viña del Mar. Este decreto fue firmado por el presidente Aníbal Pinto Garmendia y siendo electo parte de este cabildo a José Francisco Vergara. Carrera políticaDiputado y senadorEn su juventud Vergara ingresó al Partido Radical, siendo elegido diputado el 30 de mayo de 1879. Fue miembro del Club de la Reforma y elegido Gran Maestro de la Logia de Chile en 1881. En 1882 a 1886 ejerció el cargo de senador por la provincia de Coquimbo representando al partido Radical. En el senado acusa al gobierno de Domingo Santa María de abuso cometidos. Ministro de estadoFundó el diario El Deber.[cita requerida] Fue ministro de Guerra y Marina de Aníbal Pinto Garmendia y ministro del Interior de Domingo Santa María González de quien sería sucesor, pero el presidente cambió su opinión por los dichos de Vergara sobre la libertad electoral y su elegido fue el futuro presidente José Manuel Balmaceda.[5] "Severo Perpena" fue el nombre usado por Vergara para enrostrar a Santa María su autoritarismo y sus descarrilamientos políticos, con este seudónimo, Vergara publicó múltiples artículos en el periódico La Libertad Electoral en 1886.[6] Guerra del PacíficoJosé Francisco Vergara fue nombrado por el presidente de Chile, Aníbal Pinto, secretario del entonces comandante en jefe del Ejército, Justo Arteaga. Había dos posiciones que se vieron representadas, una por el Gobierno de Pinto, en ese momento el ministro Belisario Prats, y otra por las Fuerzas Armadas, Marina y Ejército, representadas por el almirante Juan Williams Rebolledo. Los primeros pensaban que había que declarar la guerra y en el mismo día, bombardear la flota peruana que se sabía estaba en reparaciones en el Callao, dejando de este modo abierto el camino a Lima. Los segundos pensaban que era necesario ir más lento, primero bloquear Iquique y luego hostilizar a los pobladores de Tarapacá, de tal modo que se fuera escalando paso a paso hasta llegar a Lima[7] Dado que el jefe del ejército del norte, Justo Arteaga no aceptaba consejos, excepto el de sus hijos, Vergara ocupó su tiempo en estudiar la zona y deducir un plan de operaciones. Su plan fue reconocido por Domingo Santa María como el único fiable.[8]: 357 También advirtió Vergara al gobierno de la falta de planes y decisión en el mando militar, es decir Arteaga, lo que motivó al gobierno a enviar al norte a Domingo Santa María para analizar la situación y procurar la pronta movilización del ejército. Tanto el ministro de la Guerra, Rafael Sotomayor como su reemplazante, José Francisco Vergara, debieron dirigir el curso de las operaciones considerando la posición de los uniformados. Desembarco y toma de PisaguaJ. F. Vergara era secretario del ministro Rafael Sotomayor y tras el desembarco se ofreció para conducir una fuerza de exploradores que debía reconocer los alrededores de la (única) línea férrea que salía de Pisagua hasta Agua Santa. El reconocimiento encontró depósitos de alimentos, forrajes, pozos y bombas de agua y locomotoras en funcionamiento que permitieron al ejército desembarcado sobrevivir el tiempo necesario para establecer el abastecimiento por sus propios medios. Durante la exploración, su destacamento derrotó una columna de caballería aliada en el Combate de Pampa Germania. Por sus logros Vergara fue nombrado jefe del estado mayor de las fuerzas (6000 hombres) estacionadas en Dolores.[8]: 582 El 19 de noviembre de 1879, se produce la batalla de Dolores, en la que Vergara impuso su criterio estratégico sobre el del Coronel Emilio Sotomayor Baeza, hermano del Ministro. Este hecho evitó una catástrofe para las fuerzas chilenas, pero produjo una ruptura definitiva, que estuvo a punto de solucionarse con la espada, entre Vergara y Sotomayor. El 27 de noviembre de 1879, vino la batalla de Tarapacá, que significó un desastre para el ejército chileno y la posterior solicitud del Ministro Sotomayor a Vergara de embarcarse a Chile por la responsabilidad, que según el ejército y la opinión pública, le atañía. Respecto a eso, Gonzalo Bulnes cita de unas páginas personales de Vergara:[9]
Vergara Echevers partió inmediatamente, quedándose sin embargo por poco tiempo en Viña del Mar, ya que según le cuenta a su hijo Salvador, que estaba en Ginebra, el 26 de enero de 1880, que regresa al frente. Su visión sobre la manera de conducir la guerra era pesimista:
Ministro de Guerra y MarinaTras la súbita muerte de Rafael Sotomayor Baeza durante la Campaña de Tacna y Arica, José Francisco Vergara asumió el 15 de julio de 1880 el cargo de ministro de Guerra y Marina, desatando una ola de indignación en el Ejército. Manuel Baquedano le escribió al presidente Pinto:
Participó como representante de Chile en la fracasada Conferencia de Arica en octubre de 1880 que debía finalizar la guerra. Vergara organizó desde Arica la expedición a Lima. Instaló un muelle y el día de la partida vigiló todos y cada uno de los movimientos. Su mirada, mezcla de orgullo y satisfacción, vio partir los lanchones con los víveres, equipaje, municiones, forraje, etc., de los 8800 hombres que definirían la guerra. Difícilmente otro hombre hubiera podido realizar la ocupación de Lima sin tener la multifacética personalidad de Vergara.[13] En 1881 participó en la batalla de Chorrillos el 13 de enero, batalla de Miraflores el 15 de enero y finalmente en la ocupación de Lima el 17 de enero. MuerteVolverá a Viña del Mar teniendo una agitada vida pública y sumiéndose también en el personal cuidado de sus jardines. Murió el 15 de febrero de 1889, podando unos laureles, símbolo de la gloria que a veces le han podado también a su figura histórica. Fue enterrado en el mausoleo de la familia de su esposa en el Cementerio N° 1 de Valparaíso. Diego Barros Arana lo describe:
Francisco Antonio Encina los describe:
HomenajesSu nombre ha sido conmemorado de diversas maneras, a saber:
El misterioso caso de Blanca VergaraEn 1995, su nombre nuevamente salió a la palestra debido a una entrevista en el programa ¿Y si fuera cierto? de TVN, a su bisnieta Blanca Vergara, donde relató el extraño caso de su hijo Sebastián, de dos años y medio. El niño tenía costumbres poco normales a su edad, como el sentarse en la silla mecedora de su abuelo, a quien no conoció, pues había muerto en 1971, como también el mostrar especial fascinación por los caracoles del jardín de su casa y por los relojes, especialmente por una hora específica, las 06:45. Sin embargo, lo que realmente intrigó a su madre es que un día, mientras estaba dibujando junto a otros niños, entregó la hoja con un monograma típico del siglo XIX. mientras repetía incesantemente letra, letra, letra. Blanca, que estaba pasando por una grave crisis económica debido a que negoció con inescrupulosos que la estafaron, se sorprendió, pero todo comenzó a cambiar cuando a Sebastián le detectaron leucemia y debió ser internado. Un día comenzó a sentirse muy mal, y ese día, los caracoles del jardín murieron misteriosamente y la nodriza del niño desapareció. Ese día falleció. Cuatro años después, Blanca visitó a un martillero público que le obsequió unas cartas, y en una de ellas figuraba la firma de José Francisco Vergara. Cuando comparó los trazos con el dibujo de su hijo, se dio cuenta de que tenía la misión de ir al Archivo Judicial, y luego de una laboriosa búsqueda, encontró un documento de posesión efectiva que le permitió acreditar que las propiedades que le habían pertenecido a sus antepasados. Hasta el día de hoy, Blanca cree que su hijo fue la reencarnación de José Francisco Vergara, quien tomó la forma de un niño para hacerle saber que, aún desde el más allá, sus antepasados impedirían que los inescrupulosos la dañaran, ya que a partir de allí, se descubrieron varias irregularidades que le permitieron recuperar las propiedades que le habían robado por negligencias y apropiaciones indebidas realizadas por los abogados y administradores de su padre, quienes se aprovecharon de su ingenuidad.
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos
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