Nació en el seno de una familia acaudalada de origen asturiano.[1] Era hijo de Felipe de Canga-Argüelles, gobernador civil de Granada, y de su esposa Josefa Villalba;[2] y nieto de José de Canga-Argüelles y Cifuentes, oficial de la guerra de la Independencia Española, diputado en las Cortes de Cádiz y ministro de Hacienda. En 1847 se licenció de abogado y ejerció la abogacía durante ocho años.[1]
Fundó, junto con su padre, el diario La Regeneración (1855-1873), del que sería director y en el que defendería la unidad católica de España[3] y, en un principio, la monarquía de Isabel II.[1] El periódico se proponía ser «católico antes que político; político en tanto que la política conduzca al triunfo práctico del catolicismo».[4]
Elegido diputado en 1853, sostendría en las Cortes las ideas católico-monárquicas y la necesidad de una fusión dinástica entre la rama isabelina y la carlista. Durante el bienio progresista defendió al obispo de Osma, y este, en agradecimiento, lo recomendó posteriormente como candidato en las elecciones de 1857,[1] en las que resultó nuevamente elegido diputado, por el distrito de El Burgo de Osma. En aquel tiempo dirigió a los electores un manifiesto en el que pedía el voto para defender la religión y el trono[5] bajo el lema de «caridad y autoridad».[3]
En 1865 escribió desde Roces (Asturias) una carta a Isabel II en la que pedía a la reina que no reconociese al rey de Italia Víctor Manuel, ya que eso suponía «negar a Pío IX, vicario de Jesucristo en la tierra»[6] y conllevaría la caída de la propia monarquía isabelina y la pérdida de la unidad religiosa en España.[7]
Tras la revolución de 1868, se adhirió al carlismo y en 1870 la Junta provincial católico-monárquica de León proclamó su candidatura por la circunscripción de Astorga para oponerse a «la Revolución, el desequilibrio y la anarquía»[8] y defender los derechos al trono de Carlos VII.[9] Fue elegido nuevamente diputado en 1871 por Albocácer (Castellón), sin apoyo de la coalición que los carlistas habían formado en algunas circunscripciones con los republicanos. Obtuvo 4.823 votos, dejando a su rival con solo 1.007.[7]
Canga-Argüelles publicó numerosos artículos en La Regeneración, tradujo una historia de Lutero y redactó los manifiestos que publicó la Junta Central católico-monárquica, adquiriendo una gran reputación como publicista y orador.[9]
Tras la guerra de 1872-1876, se separó del carlismo y se unió a la Unión Católica de Alejandro Pidal, viendo en ella el único camino práctico para llegar al desenvolvimiento de sus doctrinas político-sociales. Defendería esta agrupación desde las columnas de La España Católica, El Fénix, La Unión y La Unión Católica,[4] siendo cofundador de estos dos últimos diarios.
Desde 1884 desempeñó el cargo de senador vitalicio. Según el diario carlista El Correo Español, en la cámara alta Canga-Argüelles buscaría ocasiones de declamar contra los escándalos públicos y hacía «el oficio de un obispo seglar que de cuando en cuando dirigía sermones a aquel auditorio de escépticos, marrulleros y cadongos», sin lograr que los suyos le hicieran caso.[10]
Falleció en Madrid el 19 de octubre de 1898.[4][10] Estuvo casado con Joaquina López-Dóriga y Bustamante, natural de Santander, con quien tuvo varios hijos.
Obras
España ante la Asamblea Constituyente (1854)
El Gobierno español en sus relaciones con la Santa Sede (1856)