Isabel Bonig, desde muy joven decidió entrar en el mundo de la política, aunque ella proviene de una familia de tradición socialista, ella tenía claramente su propia ideología política y acabó siendo miembro de las Nuevas Generaciones (NGPP) del Partido Popular de la Comunidad Valenciana (PPCV).
Más tarde Isabel Bonig, fue la presidenta de la Asociación de La Vall del Futur, donde se dio a conocer, y empezó a tener sus primeras apariciones ante los medios de comunicación.
Alcaldesa
Ante la llegada de las elecciones municipales del año 2007, el Partido Popular de la Vall de Uxó buscaba aires nuevos eligiendo a Isabel Bonig como nueva presidenta del Partido Popular del municipio castellonense y sucediendo al anterior presidente Vicente Aparicio, que llevaba doce años frente al partido.
El día 27 de mayo de 2007 que se celebraron los comicios municipales Isabel Bonig, consiguió una mayoría absoluta en la localidad, de la cual pasó a ser la nueva Alcaldesa de la Vall de Uxó, sucediendo en el cargo a Josep Tur y Rubio, siendo investida el día 16 de junio.
Tras las siguientes elecciones municipales de 2011, volvió a obtener una mayoría absoluta consecutiva volviendo a renovar su cargo como alcaldesa.
Durante su segundo mandato al frente del Ayuntamiento de la Vall de Uxó, diez días después, Isabel Bonig fue llamada por el presidente autonómico Francisco Camps, para formar parte de su gobierno en el Consejo de la Generalidad Valenciana, donde se le asignaba una consejería. Como consecuencia, dejó su cargo de alcaldesa del Ayuntamiento de la Vall de Uxó siendo reemplazada por el nuevo alcalde y compañero de partido Óscar Clavell López.
El 22 de junio de 2011, fue nombrada por el Camps como nueva Consejera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, sucediendo a los dos consejeros, Mario Flores Lanuza (de Infraestructuras y Transporte) y a Juan Gabriel Cotino Ferrer (de Medio Ambiente, Urbanismo y Habitaje), cargo que mantuvo en el gobierno autonómico del nuevo presidente de la Generalidad Alberto Fabra hasta que el 30 de junio de 2015, cuando traspasó su cargo como consecuencia de la pérdida de las elecciones autonómicas por parte del Partido Popular de la Comunidad Valenciana.
Durante su etapa como consejera, en 2007 se produjo una deuda cuyo pago se elude de manera fraudulenta por el valor de 9,5 millones de euros con la adjudicación de la autovía de la costa a una unión de empresas controlada principalmente por Lubasa.