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Fue un delantero hábil, de magnífico regate, manejo de ambos perfiles, eléctrico y pícaro, de rápida definición dentro del área, que no tardó en convertirse rápidamente en uno de los mejores jugadores de América en la década del setenta. También jugó de mediocampista ofensivo y fue un gran asistente del fútbol, debido a la gran cantidad de pases de gol que ofreció a sus compañeros.
Debutó profesionalmente en 1968 destacando con Deportivo Municipal y se convirtió en uno de los jugadores más populares del Perú.[2]
En enero de 1970, antes de jugar su primera Copa del Mundo en México 70, se casó con Guillermina Eche Telles, su gran amor de juventud, fruto de esta relación tuvieron cinco hijos: Rosemary, Valeria, Hugo Alejandro (nacido en España), Johan (cuyo nombre fue dado en honor a la gran amistad que existía entre Hugo Sotil y el futbolista holandés Johan Cruyff) y Jair. [3]
En 1973 cobró fama internacional al fichar por el Barcelona,[4] conformando una histórica dupla atacante con el astro neerlandés Johan Cruyff ganando la Liga española en su primera temporada después de catorce años de sequía para el club catalán.[5] Se convirtió en el primer jugador latinoamericano en vestir la camiseta con el número 10 en el Barcelona.[6] Portando en su espalda el número 10 consiguió una Liga española y dos subcampeonatos de liga tras cuatro temporadas con la camiseta azulgrana.[7]
En 1973 integró el equipo titular de la selección de América que enfrentó a la de Europa de Johan Cruyff, Eusébio y Giacinto Facchetti, el partido terminó 4 a 4, y Sotil anotó el tercer gol de su equipo, luego en tanda de penales la selección de América se impuso por 7 a 6.
Hugo Sotil ha sido uno de los deportistas más populares de su país, al punto que en 1972, protagonizó una película dirigida por Bernardo Batievsky (gran admirador suyo) titulada Cholo.[9] la cual fue completamente restaurada y reestrenada el 19 de agosto de 2021 en el Festival de Cine de Lima.[10]
Trayectoria
Inicios con Deportivo Municipal
Hugo Sotil nació en Ica el 18 de mayo de 1949. Fue un amante del balón desde pequeño, su madre le tenía prohibido jugar en los campos polvorientos de su ciudad, porque podía estropear el único par de zapatos que tenía. De adolescente emigró con su familia a Lima y comenzó a jugar al fútbol en el barrio de El Porvenir del distrito de La Victoria, donde era el rey del regate y la habilidad.
En 1968, con 18 años y sin ser parte de ninguna división inferior de ningún club, el dirigente del Deportivo Municipal Enrique Noriega, lo llevó al club edil y Sotil pasa a formar parte de su plantilla, que ese año jugó en la Segunda División Peruana. Sotil se convierte en la gran figura del equipo y del campeonato; fue tal su desempeño que cada fin de semana la gente abarrotaba el estadio San Martín de Porres solo para verlo jugar, su presencia en el equipo convocaba más público que casi todos los equipos de la primera división. Muchos lo pedían para selección, pero el técnico brasileño Didí decidió no convocarlo hasta verlo en la primera división.
El éxito en la Primera División Peruana
El año 1969, ya en Primera División Sotil convirtió al Deportivo Municipal en protagonista del campeonato y en su primera temporada anotó diez goles en dieciocho partidos, y ayudó a que sus compañeros Manuel Mellán y Jaime Mosquera fueran también goleadores.
Fama en el fútbol sudamericano
El año 1971 integraría un combinado de su club el Deportivo Municipal con jugadores de Alianza Lima para enfrentar a clubes europeos que vinieron de gira por Sudamérica, donde el 7 de enero en Lima golean 4 a 1 al gigante europeo Bayern Múnich de Franz Beckenbauer, Sepp Maier y Gerd Müller, y posteriormente, el 15 de enero, derrotan al Benfica de Eusébio por 2 a 1. Ambas noches muy recordadas en el Perú por la calidad mostrada y el concierto de huachas, paredes y gambetas que Hugo Sotil y Teófilo Cubillas hicieron juntos, por lo que fueron bautizados como la dupla de oro.[11]
Su fama cobra dimensión mundial, y a mediados de 1973 es vendido del Deportivo Municipal, donde estuvo más de 6 años, al Fútbol Club Barcelona para jugar junto a Johan Cruyff (el mejor jugador del mundo de esa época), Juan Manuel Asensi y Carles Rexach, conformando uno de los mejores ataques de todos los tiempos del equipo catalán. Con el Barcelona consiguió la Liga española de la temporada 1973-1974, después de catorce años. Ese año fue protagonista de la histórica goleada del Barcelona al Real Madrid por 5 a 0 en el Santiago Bernabéu, Sotil anotó el quinto gol.[12] La superioridad del Barcelona fue tan abrumadora que Luis Molowny, entrenador del Madrid, al finalizar el choque aseguró: «Hacía años que no veía un equipo tan sensacional como este». Y es que el Barcelona no solo era Cruyff, pues Sotil con su regateo imprevisible, su explosión y gran sentido colectivo era el acompañante perfecto del genio neerlandés.
Luego de su meteórico ascenso, fue perdiendo progresivamente el protagonismo en el Barcelona, su nivel fue bajando considerablemente debido a su apego a la bebida, que molestaba mucho al técnico Rinus Michels, y el club contrató al neerlandés Johan Neeskens, que ocupó su plaza de extranjero. No obstante, el que más tarde también sería ídolo culé fue recibido con recelo como el propio club ha comunicado de manera oficial, ya que Sotil fue una figura emblemática para la afición del equipo azulgrana. En su época en España llevó la camiseta número 10, la que normalmente viste el jugador de más calidad dentro del equipo, y con gran peso en la historia culé por haberla llevado entre otros: Luis Suárez Miramontes, Diego Maradona, Romário, Rivaldo, Juan Román Riquelme, Ronaldinho y Lionel Messi. En el conjunto catalán jugó tres temporadas y media en las que disputó un total de sesenta y ocho partidos oficiales, y marcó diecisiete goles.
Para el año 1979 y Sotil emigraría al Independiente Medellín de Colombia, en entonces su nivel ya no era el mismo.
En 1981 volvería al Deportivo Municipal, club que lo vio nacer, y jugaría ahí hasta el año siguiente, anunciando luego su retiro.
Después de 1 año sin jugar, Sotil volvería brevemente al fútbol en 1984 con 35 años por el club Los Espartanos, un pequeño equipo de Pacasmayo (La Libertad) recién ascendido a la Primera División. A fines de 1985 fue jugador y entrenador de dicho club tras la renuncia del Vito Andrés Bártoli.
En el año 1986 Hugo Sotil dirigió al Deportivo Junín en el campeonato descentralizado. No obstante, Sotil también tenía carné de campo como jugador y solo jugó un partido y fue en el estadio Modelo de Huánuco visitando al León de Huánuco. Fue el último partido oficial de Hugo Sotil quien se retiró jugando por el Deportivo Junín y no por los Espartanos de Pacasmayo como se registra en muchas fuentes, incluso en el portal del Barcelona. De esta manera se retiró de la actividad futbolística.[13]
Después del retiro
Su carrera fue brillante, pero muy corta, aunque suficiente para dejar una huella imborrable en la afición peruana que gozó de su extraordinaria habilidad, gambeta y también de su humildad, lo que le permitió tener una gran popularidad. Su vida es comparada por los entendidos del fútbol, con George Best, jugador de Irlanda del Norte que al igual que Sotil acabaría rápidamente su carrera, debido al alcohol.
En los años 1970 la polémica en el Perú era sobre quien era el mejor: Sotil o Cubillas, debido a la alta calidad de ambos jugadores. Es sabido que este último tuvo una vida muy ordenada, ejemplar, por lo que su carrera fue más dilatada y con el tiempo alcanzó un gran reconocimiento en el medio futbolístico internacional. Fue considerado por los entendidos como el mejor dribleador, regateador del mundo en los años 1970, por encima del argentino René Houseman. En Perú es considerado uno de los jugadores más habilidosos de toda su historia, junto al gran Miguel Loayza de paso por el Barcelona de España, y Huracán y Boca Juniors de Argentina.
A finales del año 2005, fue nombrado el primer socio honorario de la Peña blaugrana de Lima, peña oficial del Fútbol Club Barcelona en la ciudad de Lima.
En la zona este de la ciudad de Ica, en el distrito de Parcona, hay un estadio que lleva su nombre, el Estadio Hugo Sotil.
Selección nacional
En 1969, cuando su equipo asciende a primera, su popularidad era enorme y Perú ya había eliminado a la selección argentina del mundial de México de 1970, el técnico brasileño Didí no pudo soportar la presión del público y lo llamó a la selección peruana.
En febrero de 1970, Perú jugó un amistoso ante Bulgaria en el estadio Nacional de Lima, y Hugo Sotil, en el banco de suplentes, esperaba impaciente ingresar. El partido se puso 2 a 0 favorable a los búlgaros y en el segundo tiempo Didí se animó a ponerlo por Julio Baylón. Sotil se mostró en toda su dimensión, con su gambeta impredecible y su explosión le cambió la cara al equipo peruano, el encuentro terminó 5 a 3 a favor de Perú con tres goles de Sotil y para que quede grabado ante todo el país, hizo uno de chalaca que provocó hasta el aplauso de los búlgaros, que habían traído a su estrella Gueorgui Asparuhov, el mejor jugador de Europa ese año.
Meses después, ya en el mundial Copa Mundial de 1970, ante el mismo rival, se repitió la historia. Perú perdía 2 a 0, entró el Cholo en la segunda etapa y con su presencia en la cancha, Perú volvió a dar vuelta al resultado, ganando 3 a 2 a Bulgaria en una tarde inolvidable para el fútbol peruano. Luego, la selección peruana llegaría a cuartos de final, siendo superado por el Brasil de Pelé en un disputado partido.
Hugo Sotil ganó la Copa América de 1975 jugando apenas el partido final ya que el entrenador del F. C. Barcelona, Rinus Michels le había negado el permiso. Pero Sotil escapó de la concentración, abordó un taxi al aeropuerto de El Prat y tomó un vuelo a la capital venezolana donde jugó la final, no sin antes obsequiarles un reloj de oro a cada uno de sus compañeros. En ese partido final contra Colombia, Sotil anotó el único gol del partido y le dio a Perú su segundo título de la Copa América. Una de las tantas jugadas del cholo en ese partido, fue el baile que le dio al arquero Pedro Zape (arquero colombiano y uno de los mejores de América en esa época), gambeteándolo y siendo derribado por este cuando el Cholo ya estaba solo frente al arco colombiano, cobrándose penal para el Perú y que luego lo erró Teófilo Cubillas.
Ante la ausencia de Cubillas por lesión, fue el conductor de la clasificación peruana a la Copa Mundial de 1978 en la primera fase, en el partido decisivo con Chile fue el autor del primer gol, curiosamente lo anotó de cabeza y entre dos maestros del juego aéreo; Figueroa y Quintano, luego provocó el segundo con un remate que desvió a medias el portero chileno para que defina Juan Carlos Oblitas. Luego, estuvo en el mundial de 1978; pero una lesión de seis meses le impidió llegar en buen nivel y no sería titular. Hugo Sotil fue internacional peruano en sesenta y dos ocasiones e hizo dieciocho goles.
El cronista argentino Gerardo Barraza, en una conferencia dijo del futbolista peruano Hugo Sotil, uno de los personajes épicos y románticos más célebres del balompié sudamericano de los últimos treinta años:[22]
“El ‘Cholo’ Sotil era capaz de gambetear a un ejército dentro de una baldosa“.
Teófilo Cubillas en una entrevista concedida al diario El Comercio en julio de 1973, se refirió sobre Hugo Sotil:
Mi compadre Sotil esta jugando una barbaridad, no me queda la menor duda que actualmente es el mejor jugador de América.
El periodista Fernando Jiménez en la Revista CONMEBOL N.º 109:
“El ‘Cholo’ Sotil ... Humilde, sencillo, amable y pícaro... Fue uno de los más grandes futbolistas sudamericanos de todos los tiempos. Jugó al lado de Johan Cruyff en Barcelona de España y está en el museo de este importante club europeo.“.