La hoya de Málaga, también conocida como vega de Málaga o vega baja del Guadalhorce, es una depresión litoral formada por la confluencia de los ríos Guadalhorce y Guadalmedina, en la provincia de Málaga, Andalucía, España. Sobre la vega se asienta la mayor parte de la ciudad de Málaga. La hoya de Málaga comúnmente es identificada con la vega baja del valle del Guadalhorce, si bien algunas fuentes identifican la hoya de Málaga y el valle del Guadalhorce como un mismo accidente geográfico, siendo en tal caso ambos términos sinónimos.
Está situada en la parte baja del valle del Guadalhorce, que se extiende hacia el oeste. Por el norte y este ocupa pequeños valles entre los cerros cercanos de los Montes de Málaga, que forman el límite norte y la protegen del frío del interior. Por el sur se abre hacia la bahía de Málaga. Al oeste está delimitada por la Sierra de Mijas y al noroeste por la Sierra de Cártama, que es la que separa la hoya del Valle del Guadalhorce. Desde la época fenicia, la hoya de Málaga ha ido ganando terreno al mar, debido tanto a la acción del hombre como por los arrastres sedimentarios del Guadalhorce.
Sometida a períodos tanto de sequías como de fuertes lluvias que provocan inundaciones, los terrenos de la hoya de Málaga estaban dedicados tradicionalmente a cultivos agrícolas, principalmente caña de azúcar, limonar y otros frutales y hortalizas. Sin embargo, el desarrollo urbanístico a partir de los años 60 ha hecho de esta una comarca progresivamente urbanizada y se espera que lo sea aún más conforme la ciudad avanza hacia el oeste.
Clima
El clima de la hoya de Málaga es un clima mediterráneo típico, con una temperatura media anual es de 20,5 °C, siendo su máxima media de 29,4 °C en agosto y la mínima media de 13,9 °C en enero. La suavidad domina el clima invernal, siendo prácticamente inexistentes las heladas, aunque estas se han dado hasta los años sesenta y setenta del pasado siglo XX. La última nevada ocurrió en la hoya en 1954.[1] Los veranos son calurosos, normalmente húmedos excepto cuando sopla «el terral», viento seco del interior que dispara las temperaturas. El «terral» es un efecto meteorológico prácticamente endémico de la hoya de Málaga y no se da en otros lugares cercanos como Rincón de la Victoria, debido al efecto aislante que forman las sucesivas cadenas montañosas que la rodean.