Hidrosiembra es una técnica utilizada en jardinería y restauración ambiental que consiste en la proyección de una mezcla de semillas y otros elementos sobre el terreno. Se usa esta técnica para conseguir una siembra más fácil y rápida y porque sus condiciones aseguran una mayor germinación y por consiguiente más posibilidades de revegetación del terreno.[1]
Descripción de la técnica
Esta técnica consiste en la proyección sobre el terreno de una mezcla acuosa de semillas, mantillo, fertilizantes y sustancias adherentes.[2]
Es una técnica de fácil aplicación a gran escala porque se realiza con medios mecánicos especializados (hidrosembradora) dotados de equipos de bombeo. Se usa frecuentemente en jardinería y restauración de taludes,[3] minas y canteras.[2]
Ventajas de la hidrosiembra
La vegetación se establece un 20-25 % más rápido que con cualquier otra alternativa mecánica o siembra manual.
Las semillas y abonos se distribuyen uniformemente.
El mulch asegura unas condiciones favorables para una rápida germinación.
Se pueden alcanzar grandes alturas en taludes difícilmente asequibles.
Ciertos tipos de mulch son capaces de aportar, por sí solos, protección temporal frente a la erosión (Hydromantas).
Factores que hacen exitosa la hidrosiembra
Especies vegetales empleadas y tasas de aplicación.
Fecha de siembra.
Condiciones climáticas locales.
Pendiente y orientación del talud.
Tipo de talud, características geotécnicas.
Tipo de suelo que conforma el talud.
Dónde y cuándo no está recomendada esta técnica.
En zonas con precipitaciones muy bajas y variables con temperaturas extremas en verano.
Si hay una fuente de semillas cerca del talud y los mecanismos de dispersión permiten la colonización natural del mismo a corto plazo.
Si la tierra vegetal original está disponible y la pendiente del talud permite su extendido sin erosionarse antes de la germinación de semillas.
Si la pendiente es mayor de 45°.
Si es un desmonte con afloramientos rocosos de más del 50% de la superficie.