Ambos, pero especialmente Alexander, tuvieron inquietudes muy amplias, que no se restringían a su campo de estudio principal, en una época en la que ya se estaba produciendo la especialización de las ramas del saber; por lo que se les considera como unos de los últimos sabios universales o humanistas.
Wilhelm (Guillermo), filólogo, fue un destacado político del reino de Prusia, donde emprendió la reforma educativa que sentó las bases del modelo de universidad alemana.
Alexander (Alejandro), naturalista, realizó uno de los viajes más importantes de la historia de la ciencia (por la América española, además de otras expediciones), y en sus últimos años se dedicó a la redacción de una monumental obra: Kosmos.[2]