Planta herbácea subarbustos anuales peludos de hasta los 1,5 m de altura. Tiene una raíz fusiforme con numerosas radículas y un tallo ramificado. Estipulas filiformes caducas. Las hojas, generalmente más anchas que largas, son velludas y desde enteras —oblongas a casi orbiculares— hasta palmeadas con 3-7 lóbulos, los laterales más pequeños. Las flores son de color blanco, amarillo —que se tornan al rosado-purpúreo en la post-antesis— con una eventual mancha púrpura en la base de los pétalos que están dispuestos helicoidalmente. Miden unos 5-7 cm de diámetro. El cáliz pentamero, en forma de copa, está rodeado y ocultado por las 3 piezas más anchas que largas y laciniadas del epicáliz que lo envuelve, epicáliz que tiene 6-8 dientes y es persistente en la fructificación. El fruto es una cápsula ovoide, erecta o más o menos péndula cuando madura, dehiscente, con 3-4 lóculos, de unos 3 cm de largo, de superficie alveolada y ápice picudo; las semillas son de forma subglobosa hasta cónica, centimétricas, envueltas de abundante y corta pelosidad blanca persistente -que es el algodón propiamente dicho. Florece desde julio hasta septiembre.[1]
Distribución
África subsahariana -de donde, al parecer, sería oriunda- y Arabia. Cultivada en casi todas las zonas cálidas del globo y ocasionalmente adventicia en otras partes.
Las flores se han considerado un buen remedio para la hipocondría.
El aceite, lubricante y linimento se ha usado para obtener vitamina E y como sustituto del aceite de sésamo.
Los tacana usan el jugo de las semillas tiernas para calmar el dolor de oídos.
Principios activos
La fibra está compuesta por celulosa (91-99%), proteínas (1,3-1,9%), ceras (0,6-1,2%) y pectinas.
La semilla entera desecada contiene un 23-37% de celulosa, un 19-25% de proteínas, 10-28% de lípidos y hasta un 1% de gosipol (sesquiterpeno tóxico para la mayoría de especies animales).[3]