Galvarino Ponce fue el gran monumentalista chileno de los últimos 45 años. Sus creaciones se apegan al concepto canónico de la escultura figurativa, es decir, la representación fiel de personajes de pie o a caballo en el caso de la temática militar, donde el vestuario y los oropeles se expresan con claridad. Es un escultor clásico, que retoma la propuesta de los siglos XVIII y XIX y se salta toda la escultura moderna.
Entre 1939 y 1940 tuvo sus primeros éxitos como caricaturista y redactor de la revista El Tiburón, órgano de los cadetes y que dirigía el entonces teniente y luego general Carlos Prats González. En 1940 egresó como alférez en el arma de Infantería y después obtuvo los grados de subteniente, teniente y capitán; nombrado en comisión de servicios a Europa en 1951, fue destinado a la Escuela de Infantería de Turín, Italia.
Luego de retirarse del Ejército, reconoció en Chile sus estudios de Arte realizados en Italia; ejerció como profesor en distintos establecimientos educacionales y en la propia Escuela Militar.
Su carrera de escultor comienza cuando gana, en concurso internacional, el primer premio para la ejecución del monumento Abrazo de Maipú ubicado en la comuna del mismo nombre.
Casado con Chita Herrera Moas, el matrimonio tuvo tres hijos, Galvarino y Leocán, ambos arquitectos, y Gabriela (Pelusa), radicada en París desde 1973.
Falleció de un paro respiratorio a los 91 años, el 4 de noviembre de 2012, en su casa su casa de San Bernardo, donde tenía su taller, y sus funerales se realizaron al día siguiente en el cementerio Sendero de su ciudad.[1]