El fútbol base del Real Club Celta de Vigo hace referencia a las categorías inferiores y de formación de fútbol del Real Club Celta de Vigo, también conocidas en el argot deportivo con el término de cantera. En la actualidad la entidad cuenta con doce equipos donde forma tanto futbolística como educacionalmente a los posibles futuros jugadores de la primera plantilla, siendo considerada como una de las mejores canteras de España y del mundo.[1]
La estructura, la cual es conocida como «A Madroa» se basa en la ciudad deportiva Afouteza, compuesta por el primer equipo y filial;[2] y en la propia Madroa, donde se encuentran el resto de categorías inferiores, dos instalaciones de entrenamientos y juego.
Historia
Comienzos
El Celta de Vigo siempre se ha caracterizado por su amplio uso de la cantera y el trabajo en ella. En el año 1951, se crean oficialmente los equipos de las categorías inferiores, cuando el por aquel entonces presidente Faustino Álvarez convocó a chavales de la zona para que hiciesen unas pruebas con el club vigués, y de ahí seleccionar a los mejores para que compitiesen en la nueva cantera celtista.[3]
Históricamente, los filiales que ha tenido el Celta han sido el Berbés, el Gran Peña (después Gran Peña Celtista) y el Club Turista (después Celta Turista). Sin embargo, la ley no permite actualmente a las Sociedades Anónimas Deportivas tener clubes filiales independientes, por lo que, durante la reconversión de los clubes en SAD, los por entonces filiales se integraron dentro de la estructura de los clubes paternales, pasando el Celta Turista a denominarse Real Club Celta de Vigo B y a depender íntegramente de éste.
Los principales logros del filial céltico han sido la disputa en tres ocasiones de la fase de promoción de ascenso a Segunda División y la consecución de la Copa Federación en el año 2002 frente al Club de Futbol Gavà.
El Celta B milita actualmente en el Grupo I de la recién creada Primera División RFEF.
En julio de 2021 el Celta firmó un acuerdo de filiación con el Gran Peña Fútbol Club. El objetivo de este convenio fue la integración del histórico club de la parroquia de Lavadores en la estructura celeste con el fin de potenciar y optimizar los recursos de la cantera, pasando a denominarse desde entonces Real Club Celta C-Gran Peña.[6]
Ya se había producido una circunstancia similar durante el período 1971-1988, cuando el entonces Club Gran Peña Celtista ejerció de filial céltico aunque conservando su independencia como club, llegando a enfrentarse al Real Club Deportivo de La Coruña en la temporada 1974-75.