Está limitada por delante por los márgenes posteriores de las alas menores del hueso esfenoides, las apófisis clinoides anteriores y la cresta que forma el margen anterior del surco quiasmático; por detrás, por los ángulos superiores de las porciones petrosas de los huesos temporales y el dorso sellæ; lateralmente por los escamosos temporales, los ángulos esfenoidales de los parietales y las alas mayores del esfenoides. Está atravesado por las suturas escamosa, esfenoparietal, esfenoescamosa y esfenopetrosa.
Alberga los lóbulos temporales del cerebro y la hipófisis.[2] La craneotomía de la fosa media es una forma de extirpar quirúrgicamente los neuromas acústicos (schwannoma vestibular) que crecen dentro del conducto auditivo interno del hueso temporal.
Detrás del tuberculum sellæ hay una profunda depresión, la silla turca, que contiene la fosa hipofisaria, que alberga la hipófisis, y presenta en su pared anterior las apófisis clinoides medias.
La silla turca está limitada posteriormente por una placa ósea cuadrangular, el dorso de la silla turca, cuyos ángulos superiores están coronados por las apófisis clinoides posteriores: éstas permiten la fijación del tentorium cerebelli, y debajo de cada una de ellas hay una muesca para el nervio abductor.
A ambos lados de la silla turca se encuentra el surco carotídeo, que es amplio, poco profundo y curvado como la letra f cursiva.
Comienza por detrás en el foramen lacerum, y termina en la cara medial de la apófisis clinoides anterior, donde a veces se convierte en un foramen (caróticoclinoideo) por la unión de la apófisis clinoidea anterior con la media; posteriormente, está limitado lateralmente por la lingula.
Las partes laterales de la fosa media tienen una profundidad considerable y sostienen los lóbulos temporales del cerebro.
Están marcadas por depresiones para las circunvoluciones cerebrales y atravesadas por surcos para las ramas anterior y posterior de los vasos meníngeos medios.
Estos surcos comienzan cerca del foramen espinoso, y el anterior se dirige hacia delante y hacia arriba hasta el ángulo esfenoidal del parietal, donde a veces se convierte en un canal óseo; el posterior se dirige lateralmente y hacia atrás a través de la parte escamosa del hueso temporal y pasa al parietal cerca de la mitad de su borde inferior.
También se observan las siguientes aberturas:
Por delante está la fisura orbital superior, limitada por encima por el ala pequeña, por debajo por el ala grande, y medialmente, por el cuerpo del esfenoides; suele completarse lateralmente por la placa orbital del hueso frontal.
Medial al agujero oval está el agujero de Vesalio que varía en tamaño en diferentes individuos, y a menudo está ausente; cuando está presente, se abre por debajo en el lado lateral de la fosa escafoidea, y transmite una pequeña vena.
Lateral al agujero oval se encuentra el agujero espinoso, para el paso de los vasos meníngeos medios, y una rama recurrente del nervio mandibular.
Medial al agujero oval se encuentra el foramen lacerum; en estado fresco la parte inferior de esta abertura está rellena por una capa de fibrocartílago, mientras que sus partes superior e interna transmiten la arteria carótida interna rodeada por un plexo de nervios simpáticos.
En la superficie anterior de la porción petrosa del hueso temporal se observa la eminencia causada por la proyección del canal semicircular superior; por delante y un poco lateral a éste una depresión correspondiente al techo de la cavidad timpánica; el surco que conduce al hiato del canal facial, para la transmisión del nervio petroso superficial mayor y de la rama petrosa de la arteria meníngea media; por debajo, el surco más pequeño, para el paso del nervio petroso superficial menor; y, cerca del vértice del hueso, la depresión para el ganglio semilunar y el orificio del canal carotídeo.