Era viudo de Leonor de Silva, quien había sido pariente suya, habiendo tenido dos hijos que murieron en la infancia. No volvió a casarse, siendo uno de los virreyes solteros.[4]
Es citado erróneamente con los cargos de gobernador de la Toscana,[2] Virrey de Nápoles, de Cerdeña y de Perú,[5] sin que realmente conste en las listas de mandatarios de los referidos territorios.
Virreinato de Nueva España
Gobernó como Virrey de Nueva España en los años de 1711-1716. Al llegar a Nueva España, se vivieron grandes fenómenos naturales, como una nevada,[5] y un temblor el 16 de agosto de 1711,[6] lo cual provocó que algunos edificios se desmoronaran, así como la muerte de algunos habitantes de las ciudades. El virrey, con su propio dinero, acudió en auxilio de las personas y de la ciudad misma que él gobernaba.[5]
Para procurar buenas relaciones con la Corona inglesa concedió el derecho de la trata de esclavos negros a Nueva España,[6] introducción que fuera de los límites de la legalidad, dejó grandes riquezas a los ingleses, ya que también introducían a este territorio mercancías de contrabando.[5]
Al poco tiempo de llegar a la Nueva España ordenó la creación y representación de la ópera La Parténope con música de Manuel de Sumaya y estrenada en el Palacio Virreinal de la Ciudad de México el 1 de mayo de 1711. Esta es la primera ópera estrenada en América del Norte y la primera del continente debida a un americano.
Dentro de las acciones de tiempo militar que llevó a la práctica, se toman en cuenta la construcción de cuatro barcos ligeros armados adecuadamente, para reforzar la armada de Barlovento,[5] así como la compra de 600 fusiles de Cantabria que distribuyó entre las milicias de vecinos.[5] Pidió ante la Corona Española el establecimiento de un comercio regular entre Nueva España y Perú. Puso mucho cuidado en la vigilancia de la Laguna de Términos, porque los ingleses seguían robando madera fina, especialmente palo de tinte.[5]
En materia laboral se habían dado en las administraciones de los virreyes anteriores largas discusiones que se dieron sobre las condiciones en que trabajaba y vivía el peonaje, así el Virrey duque de Linares, por el año 1713, detectó y estuvo en contra de lo que la mayor parte de los veedores le habían informado: que las deudas de los trabajadores y peones del campo, debido a los anticipos que se les entregaban, eran realmente impagables, lo que los había condenado a una servidumbre perpetua o de por vida, e incluso de sus hijos y generaciones siguientes, además de que los patrones (por llamarlos en términos modernos) se atribuían una autoridad que les llevaba a apresar a la mujer e hijos del trabajador que se negaba a seguir sirviendo en esas condiciones, con lo cual terminaba este doblegándose y continuar trabajando sin esperanza de liberarse, por lo que trató de impedir que esta situación continuara.
Aunque había abundancia de granos, maíz y frijol, las epidemias mataban a mucha gente que tenía que ser enterrada en fosas comunes. Muchos enfermos estaban abandonados en plena calle. Fundó la primera biblioteca pública,[5] así como el primer museo de animales y plantas de Nueva España.[5] Se llevaron a cabo dos expediciones a Texas, donde fueron establecidas misiones y se fundó una colonia en Nuevo León que se llamó San Felipe de Linares, actual Linares.[6]
En California y Nuevo México, fundó nuevas poblaciones. Explotó los minerales del Real de Asientos y Mapimí, prohibió la fabricación de aguardiente de caña[6] y obligó al clero a comportarse en debida forma, sin dejar lugar a críticas o malentendidos.
Entregó el mando del virreinato en 1716 debido a su estado de salud,[6] y murió en la Ciudad de México el 3 de junio de 1717,[5] recibiendo sepultura en la Iglesia de San Sebastián, entonces, Convento del Carmen.[6]
↑Ignacio Rubio Mañé, "Noticias biográficas del duque de Linares, virrey de la Nueva España 1662-1717", en Boletín del Archivo General de la Nación serie 2, XII, 3-4, julio-septiembre,octubre-diciembre, 1971, 593.
↑El autor hace referencia a los marquesados de Porta Alegre y Govea, que no existen con tal denominación, sino que refiere al Marquesado de Goubea y al Condado de Portoalegre, en poder de la familia Carvajal, la misma que estuvo en posesión del Ducado de Linares.