El interior del tren se distribuye en veintisiete cabinas con cuarto de baño propio, hilo musical, climatización y telefonía. El Expreso de La Robla tiene además tres coches salones, con servicio de bar permanente y amplios ventanales desde los que disfrutar del paisaje, en los que se sirve el desayuno todas las mañanas, antes de iniciar cada etapa del viaje.[3]
Los itinerarios de las excursiones que se realizan son elegidos y explicados en diversos idiomas por guías profesionales, y para poder acceder a los distintos lugares del trayecto, en paralelo al tren circula un autocar que recoge a los viajeros cuando la visita programada requiere un desplazamiento por carretera.