El estudio fue escrito en 1887, cuando Skriabin contaba sólo 15 años. Fue el primero de sus Trois morceaux, Op. 2, y uno de sus más tempranos éxitos.[1]
La melodía es emotiva y sentida, con características de la música gitana rusa. Es acompañada por acordes repetidos en ambas manos, creando un ambiente de ricas armonías y voces internas. Las dinámicas varían constantemente, añadiendo emoción e interés a la pieza. Ésta modula a través de numerosas tonalidades hasta llegar finalmente a la original.
Aunque es lenta, es una obra considerablemente difícil de perfeccionar.
La interpretación habitual de la obra dura unos tres minutos.[1][2][3]