Los llamados castillos de la escuela de Valladolid son un tipo de modelos que se pusieron de moda tras los arreglos que hizo el rey Enrique IV de Castilla en el castillo de Portillo[1][2] y también en el de La Mota[3] (Medina del Campo) a principios del siglo XV.
Proporción: la altura de la Torre es igual al lado del recinto cuadrado, y al doble de la altura del mismo[6]
Propietarios: no eran de reyes, unos pocos eran de grandes familias señoriales, la mayoría eran de pequeños nobles (antes plebeyos) que buscaban ascender socialmente.
Con la pronta aparición de la artillería ya no cumplirán una función de fortaleza sino que se convertirán en palacios y residencias, quedando así reducidos a simples símbolos de ostentación por parte de sus dueños.
↑ Hay que indicar que en ocasiones, a disponer de menores recursos económicos, los nobles debieron conformarse con castillos de menor tamaño, pero conservando generalmente las mismas proporciones.
Cobos Guerra, Fernando; Castro Fernández, J Javier de (1990). «Los castillos señoriales de la Escuela de Valladolid: una tipología arquitectónica para un grupo social». En: Pedro Navascués Palacio y José Luis Gutiérrez Robledo (Eds.). Medievalismo y neomedievalismo en la arquitectura española. Aspectos generales (Ávila: Ediciones Universidad de Salamanca y UNED-Ávila): 147-164. ISBN84-7481-600-9.
Gutiérrez Robledo, José Luis (2011). «Memoria mudéjar en La Moraña: la arquitectura». En: José Luis Gutiérrez Robledo (Ed.). Memoria mudéjar en La Moraña: Adanero, Albornos, Aldeaseca, Arévalo, Cabizuela, Donvidas, Espinosa de los Caballeros, Horcajo de Las Torres, Langa, Madrigal de las Altas Torres, Narros de Saldueña, Pajares de Adaja, Palacios de Goda, San Esteban de Zapardiel y Sinlabajos (Ávila: ASODEMA): 7-122. ISBN978-84-931071-1-6.