Lograron el patrocinio del gobernador civil de Santander, quien financió sus proyectos. Editaron la revista Bisonte, uno de los proyectos de la escuela, que también incluían exposiciones, conferencias, reuniones y otras publicaciones. Organizaron las Semanas Internacionales de Arte Contemporáneo, que más tarde fueron trasladadas a Madrid.
Eugenio d'Ors se interesó por Altamira y en reconocimiento del proyecto nombró a Goeritz miembro de la Academia. No obstante este último se atrevió a criticar la mala prensa del arte contemporáneo en su discurso de investidura en Madrid, lo que provocó que en dos días se le echase de la Academia y se le negara su visado en España.
La Segunda Semana Internacional de Arte Contemporáneo se celebró entre el 21 y el 28 de septiembre de 1950. Intervinieron en ella Rafael Santos Torroella, Luis Felipe Vivanco, Joan Teixidor, Ricardo Gullón, Guillermo de Torre, Alberto Sartoris, Willi Baumeister, Cicero Díaz y Ventura Doreste. Las conclusiones son que el surrealismo ha planteado la libertad en el arte, y que ésta puede no tener límite; también que el arte social no existe, y sus valores se corrompen cuando sirven como propaganda.
La ausencia del principal fundador, la falta de nueva financiación y ciertas dificultades de índole política terminaron con la escuela, que no celebró ninguna Semana Internacional más en Santillana.