En 1907 se creó Hidroeléctrica Española de la mano de Lucas de Urquijo, que representaba a un grupo de empresarios vascos, y Juan de Urrutia, que formaba parte de Hidroeléctrica Ibérica. La empresa obtuvo los derechos de explotación del río Júcar a su paso por Villa de Ves y se llevaron a cabo los trabajos de adecuación de un primer salto, cuyo fin era explotar ese tramo del río para la obtención de energía hidroeléctrica, que atendería las necesitades de Madrid y Valencia.[1] Una vez finalizada la Guerra Civil, la demanda de energía aumentó y en 1948 se inició la construcción de una nueva presa en el Molinar, que inundó la primera.[2]