Este se encuentra a 7 kilómetros del casco urbano, tiene la capacidad para almacenar 228 millones de metros cúbicos. La altura es de 110 metros sobre cimientos y 90 sobre el cauce del río. La anchura en su coronación es de 10,50 metros. La longitud del túnel de desvío es de 492 metros y la superficie de la cuenca suma un total de 4.200 kilómetros cuadrados.[2]
Desde 1955 ha demostrado que facilita el abastecimiento de agua a Valencia, al mismo tiempo que el riego en zonas extensas como Camp de Túria y L'Horta. [3]
Historia
Benagéber es un pueblo de reducidas dimensiones el cual cuenta con 180 habitantes, según los últimos datos, de entre 70 y 80 años. Este posee tres pedanías: la Aldea de Nieva, un terreno que solía estar cubierto de nieve y el cual conforma el núcleo de lo que es el actual pueblo de Benagéber; el poblado de las Colonias y el del Pantano, antiguas viviendas que hoy en día se usan como segunda residencia y que anteriormente pertenecieron a lis trabajadores de la Confederación y de la antigua Fábrica de Cemento de Portolés y Cía, la cual estuvo activa entre los años cuarenta y sesenta.[4]
Años más tarde, José Marqués, un ingeniero de caminos natural de Liria, inició el proyecto del embalse porque estaba interesado en la regulación de los caudales del Turia y en la derivación de sobrantes para crear una zona de riego en el llano de Casinos-Llíria. Fue incluido en el Plan de Obras Hidráulicas de 1912. En 1931 la Dirección General de Obras Hidráulicas aprobó su construcción y el proyecto fue encargado a Fausto Elío y Torres. Diversas discrepancias entre la dirección general y el ingeniero de caminos motivaron el encargo de un nuevo proyecto a Carlos Dicenta, finalmente aprobado. Durante la Segunda República fue bautizado como «embalse de Blasco Ibáñez». Las obras fueron inauguradas en 1933 por Niceto Alcalá-Zamora, Manuel Azaña e Indalecio Prieto, pero se paralizaron durante la guerra. En 1940, se reanudaron los trabajos mediante el establecimiento del Destacamento Penitenciario de Benagéber, dando así oportunidad a presos republicanos para redimir sus penas.[5] La construcción concluyó en el año 1955, rebautizándose como «embalse del Generalísimo». Fue la presa más alta de España con sus 105 metros y se reunieron a vecinos del mismo pueblo y presos políticos para participar en las tareas más duras de la construcción. [6]El actual embalse de Benagéber ocupa 722 ha, con una capacidad máxima de 221 hm³. Tiene una presa de gravedad y un aliviadero tipo Morning-Glory y de él parte el canal Campos del Turia, que abastece una importante zona regable entre los términos de Casinos y Bétera.
La inundación del pantano provocó el abandono del pueblo de Benagéber, cuyos habitantes tuvieron que desplazarse a un nuevo núcleo construido a pocos kilómetros del embalse, que conserva el nombre de Benagéber, y a otros dos edificados más cercanos a Valencia, San Antonio de Benagéber y San Isidro de Benagéber. Familias enteras, vecinos y amigos quedaron separados para siempre entre estos tres núcleos. [6]
En el mismo año, se inició la construcción de una fábrica de cemento situada justo al lado del embalse. La empresa que se encargó de su construcción fue Portolés y Cía, formada por Carlos Portolés, coronel del estado mayor y Joaquín Gallego , ingeniero.[6]
El pantano pertenece a la Confederación Hidrográfica del Júcar y es utilizado para diversas actividades recreativas, existiendo una reserva natural de animales en una de sus penínsulas con una extensión de 365 ha, la reserva de Valdestillas.[7]