Las elecciones al Parlamento de Galicia de 2020 se celebraron el 12 de julio de 2020,[2] para elegir a los 75 diputados de la XI legislatura de Galicia. Ese mismo día se celebraron también elecciones al Parlamento Vasco.[3]
La elecciones fueron convocadas inicialmente para el 5 de abril de 2020, pero el 16 de marzo de 2020, el presidente de la Junta, Alberto Nuñez Feijóo anunció, en el contexto de la crisis provocada por el coronavirus en España, haber llegado a un acuerdo con los principales partidos de la comunidad para posponer la celebración de los comicios.[4][5] Finalmente las elecciones se celebraron el 12 de julio de 2020, a pesar de la oposición del resto de partidos con representación en el Parlamento de Galicia.[6][7]
Antecedentes
La moción de censura de 2018 provocó la caída del entonces presidente Mariano Rajoy, de ascendencia gallega y del PP, y la elección de Pedro Sánchez, del PSOE. Tras ocho meses complicados, en los que el PSOE tuvo que dirigir un gobierno minoritario muy precario, Sánchez convocó elecciones generales el 28 de abril de 2019. En ellas, el Partido Popular (PP) perdió el primer puesto en Galicia por primera vez en su historia,[8] tras haber estado ganando todas los comicios anteriores –locales, autonómicos, generales y europeos– desde su inicio en 1989.[9][10]
En las elecciones municipales ganó el PPdG y al Parlamento Europeo ganó el PSOE. Ambas se celebraron el 26 de mayo. Gracias a sus buenos resultados y a los pactos posteriores, estas elecciones auparon a la federación gallega del PSOE, el Partido Socialista de Galicia (PSdeG), a la alcaldía de cinco de las siete principales ciudades gallegas.[11] En Pontevedra ganó el BNG; en La Coruña, Ferrol y Lugo ganó el PP; y en Santiago de Compostela, Orense y Vigo ganó el PSdeG. En esta última ciudad se produjo una gran derrota para el PP, al obtener un 13% de los votos, mientras que el alcalde titular, Abel Caballero, cosechó un 67% para el PSdeG. Gracias a las alianzas con partidos nacionalistas y de izquierdas el PSOE gobierna en La Coruña, Ferrol, Lugo, Santiago de Compostela y Vigo. El BNG gobierna en Pontevedra gracias a un acuerdo con el PSdG y Democracia Ourensana gobierna en Orense gracias a un pacto con el PP. El PPdG, a pesar de ser el partido más votado en tres ciudades gallegas, no gobierna en ninguna de ellas, debido a los pactos de izquierdas.
Las victorias electorales de 2019, en las generales de abril y en las europeas, alimentaron la posibilidad de que el PSdeG volviera al gobierno de la Junta bajo el liderazgo de Gonzalo Caballero.[12][13]
Al mismo tiempo, el espacio político de la coalición En Marea se rompió tras grandes disputas internas. A finales de 2018, una crisis relacionada con la elección de un nuevo líder del partido desembocó en una división entre un sector oficialista, formado por los partidos miembros fundadores de En Marea (Podemos, Anova y Esquerda Unida), y un sector crítico, formado por los miembros que apoyaban al juez Luis Villares. En las elecciones internas del 24 de diciembre de 2018, Villares fue aupado como nuevo líder de En Marea,[14] en medio de acusaciones de fraude electoral.[15] Dada esta situación, se oficializó la ruptura de ambos sectores, haciendo que Podemos, Anova y EU abandonaran En Marea, calificándolo como un proyecto político "fallido".
Mientras Anova declinó presentarse a las elecciones nacionales, Podemos y Esquerda Unida comunicaron su concurrencia a las elecciones generales, tanto las de abril como las de noviembre, con la marca En Común–Unidas Podemos, formando el subgrupo Galicia en Común dentro del Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados. En septiembre de 2019, los diputados de Podemos, Anova y EU formaron el Grupo Común da Esquerda en el Parlamento de Galicia, obligando a los continuistas de En Marea a formar parte del Grupo Mixto.
Coronavirus
Las elecciones se celebraron en el contexto de la pandemia de COVID-19 en España, que obligó a retrasar la fecha de celebración de las mismas debido al estado de alarma decretado por el Gobierno de España. La pandemia provocó que la votación se llevara a cabo con estrictas medidas de seguridad sanitaria, tales como el uso obligatorio de mascarilla, la distancia de seguridad o evitar entregar físicamente el DNI. Además, el Gobierno gallego prohibió votar a las personas que hubieran tenido una prueba PCR positiva al virus en los últimos 14 días, por lo que alrededor de 250 personas infectadas no pudieron ejercer su derecho al voto.[16] Sin embargo, juristas vieron inconstitucional la prohibición, que impidió ejercer un derecho fundamental establecido en el artículo 23 de la Constitución española, prohibición que ni siquiera existe en los estados de alarma, excepción o sitio.[17]
Sistema electoral
Las elecciones al Parlamento de Galicia reparten un total de 75 escaños y se aplica un régimen electoral basado en cuatro aspectos:[18]
La ley electoral autonómica establece que el reparto de los 75 escaños entre las provincias se realiza asegurando un mínimo de diez escaños por provincia y posteriormente se reparten los escaños proporcionalmente a la población. El reparto de escaños resulta ser el siguiente:[19]
A continuación, se muestra una lista de los principales partidos y alianzas electorales que concurren a las elecciones, ordenados de mayor a menor número de escaños en la legislatura previa a la convocatoria de elecciones. Los partidos y alianzas que conforman el gobierno en el momento de las elecciones están sombreados en verde claro, al igual que los candidatos que presentan dichos partidos y alianzas y que tienen una posición relevante en el gabinete.
Los resultados fueron sorprendentes, todas las encuestas mostraban un panorama parecido al de 2016, con la caída leve del PP y una debacle de las fuerzas de izquierda en torno a Podemos. Pero, todo esto resultó en la desaparición de este último grupo del parlamento y la formación Marea Galeguista consiguió menos de 3000 votos. También sorprendió el gran sorpaso del BNG, los sondeos anunciaban una subida pero sin adelantar al PSOE. Finalmente, consiguieron llegar a segunda fuerza, consiguiendo sus mejores resultados desde 1997. Vox, pese a hacer una campaña activa para entrar, ni siquiera lo consiguió. Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía empeoró sus resultados del 2016.[27]