Inspirado por la obra del Rosario Perpetuo de Timoty Ricci en Francia e Italia, el sacerdote dominico Damien-Marie Saintourens, con la ayuda de las religiosas Rosa de Santa María Werhlé y Mary Imelda Gauthier fundó la congregación de Monjas Dominicas de Clausura del Rosario Perpetuo, dedicadas a la vida contemplatica, a través del rezo del rosario, alternándose las monjas, de tal manera que no exista una hora donde no se esté rezando esa oración cristiana.[2]
El primer monasterio de la congregación fue el de Calais en Francia, fundado el 20 de mayo de 1880, fecha que las religiosas tienen como origen del instituto. Debido a la Revolución francesa, las monjas tuvieron que exiliarse a Bélgica. A partir de allí, inició el periodo de expansión, llegando a fundar casas en otros países de América, Asia y Europa. Algunos de ellos han formado una congregación religiosa de vida pastoral activa.
Organización
La monjas dominicas forman una congregación de derecho pontificio de monasterios sui iuris, cada uno es independiente y regido por su propia superiora, a las que las religiosas llaman Maestra. Se dedican a la vida contemplativa a través del rezo perpetuo del Rosario. Las monjas usan el tradicional hábito dominico, que consiste en una túnica y escapulario blanco y un velo negro.[2]