En 2021 en la diócesis existían 393 parroquias agrupadas en 13 arciprestazgos y estos en 4 zonas pastorales:[3]
Alt Empordà Interior, 73 parroquias.
Alt Empordà Marina, 23 parroquias.
Alt Fluvià, 46 parroquias.
Àngels-Llémena, 31 parroquias.
Banyoles, 44 parroquias.
Costa Brava Centre, 23 parroquias.
Farners-Montseny, 26 parroquias.
Girona-Salt, 22 parroquias.
Maresme, 12 parroquias.
Montgrí-La Bisbal, 55 parroquias.
Selva, 12 parroquias.
Ter-Brugent, 17 parroquias.
Tordera, 11 parroquias.
Historia
Son inciertos los orígenes de la diócesis de Gerona, que desde un principio formó parte de la provincia eclesiástica de Tarragona. La primera mención históricamente documentada de la diócesis se encuentra en una carta del papaInocencio I, escrita entre los años 404 y 409, en la que el papa condena la consagración de un obispo de Gerona, cuyo nombre no se menciona, por parte de Minicio, obispo de Tarraconense, por no haber respetado las normas canónicas vigentes en aquel momento, es decir, que correspondía únicamente al metropolitano consagrar a los nuevos obispos.[4]
La presencia cristiana en Gerona se remonta a finales del siglo III y la hagiografía menciona a dos obispos que vivieron a principios del siglo IV, los santos Poncio y Narciso.
El 8 de junio de 517 Gerona fue sede de un concilio en el que participaron 7 obispos de la provincia eclesiástica de Tarragona: Juan de Tarragona, Frontiniano de Gerona, Pablo de Ampurias, Agripio (o Agritius) de Barcelona, Cinidio de Ausona, Nebridio de Egara y Oronzo de Lérida. El concilio promulgó 11 cánones que se referían a la liturgia, el bautismo y la disciplina del clero.[5]
En época visigoda la catedral fue la iglesia de San Félix, mártir africano fallecido en Gerona y que es uno de los principales santos venerados en la diócesis.
En el siglo VIII, debido a la invasión árabe, Gerona fue ocupada del 713 al 785 y de este período no se sabe nada de la diócesis. Tras las conquistas de Carlomagno y Luis el Piadoso, la diócesis entró en la órbita carolingia y pasó a formar parte de la provincia eclesiástica de Narbona. Es en este período cuando la antigua diócesis de Ampurias fue suprimida y su territorio anexado al de Gerona.
En 1017 Gerona cedió una parte de su territorio para la erección de la diócesis de Besalú, cuya existencia fue efímera; ya en 1020 fue suprimida y su territorio devuelto a Gerona.
La división de la diócesis en arcedianatos está documentada desde el siglo XI. Anteriormente, ya en el siglo IX, los archidiáconos eran colaboradores del obispo, sin embargo, sin una división territorial documentada de la diócesis.
La antigua catedral, transformada en mezquita por los árabes, fue reconstruida en estilo románico y consagrada en 1038. Esta iglesia fue transformada nuevamente en estilo gótico durante el siglo XIV. En el siglo XII, el obispo Guillermo de Peratallada (1161-1168) inició la construcción del palacio episcopal.
Con una bula del 6 de noviembre de 1097, el papa Urbano II restableció la sede metropolitana de Tarragona, de la que Gerona era una de las sufragáneas. Pero debido a la oposición de los metropolitanos de Narbona, la aplicación de esta disposición no fue fácil, todavía en 1117 el concilio provincial celebrado en Gerona estaba presidido por el metropolitano de Narbona, Richard de Millau, legado papal y administrador de Tarragona, sede vacante en aquel momento. Sólo posteriormente los arzobispos de Tarragona pudieron ejercer efectivamente sus derechos metropolitanos sobre las diócesis de Aragón y Cataluña.[6]
Hasta 1292 la elección del obispo estaba reservada al capítulo catedralicio, que elegía al obispo entre sus canónigos. A partir de ese año se registró la primera intervención papal, a la que posteriormente se sumaron las intervenciones del rey de Aragón. En 1457 los canónigos eligieron al obispo por última vez. Estas intervenciones fuera de la diócesis dieron lugar al nombramiento de obispos ausentes durante largos períodos de su sede en los siglos XIV al XVI. Sin embargo, fue un problema común a todas las diócesis hasta el Concilio de Trento, que exigió que los obispos residieran efectivamente en su propia sede.
El seminario diocesano fue fundado en 1573 y fue uno de los primeros establecidos en España, con el objetivo de frenar las ideas calvinistas llegadas desde Francia; fue confirmado en 1599. Tras la supresión de la Compañía de Jesús, su antiguo convento pasó a ser la sede del seminario.
En 1835 se abolieron los arcedianatos tradicionales y se estableció la división en arciprestazgos.
En el siglo XIX los datos estadísticos de la diócesis muestran un elevado número de sacerdotes diocesanos, muy por encima de la media nacional. A finales de la década de 1860 había en Gerona un sacerdote por cada 110 habitantes; en el pueblo de Baño había 16 sacerdotes para 5000 habitantes.[7]
El 6 de junio de 1957, a raíz del concordato de 1953 que establecía que los límites de las diócesis debían coincidir con los de las provincias civiles, mediante el decreto Initis inter Sanctam Sedem la diócesis perdió 6 parroquias, 5 cedidas a la diócesis de Vic (Camprodon, Setcases, Vinalonga, Llanas, Molió y Tragura) y una a la diócesis de Barcelona (Arenys de Mar); y al mismo tiempo adquirió a Barcelona la parroquia de Riells de Montseny.[8]
El 10 de abril de 1992 la diócesis adoptó oficialmente el nombre de Girona, en lengua catalana, en lugar del anterior nombre Gerona, en lengua castellana.
Estadísticas
Según el Anuario Pontificio 2022 la diócesis tenía a fines de 2021 un total de 687 000 fieles bautizados.
↑Amich i Raurich, Les seus episcopals de Girona i Empúries i les terres del nord-est de Catalunya a les fonts escrites d'època tardoantiga (segles IV-VII), pp. 148-150.
↑«Dictionnaire d'Histoire et de Géographie ecclésiastiques», vol. XX, col. 1021-1023.
↑«Dictionnaire d'Histoire et de Géographie ecclésiastiques», vol. XX, col. 1028-1034.
↑«Dictionnaire d'Histoire et de Géographie ecclésiastiques», vol. XX, col. 1018.
(en francés) R. Aubert - J. M. Cuenca Toribio, Gérone, «Dictionnaire d'Histoire et de Géographie ecclésiastiques», vol. XX, París, 1984, col. 1010-1021.