Los Diplocaulus adultos llegaban a medir aproximadamente un metro de longitud. Diplocaulus poseía un cuerpo corto y ancho y unas extremidades cortas, lo que intriga a muchos científicos. Poseía además una cabeza en forma de búmeran,[2] lo que ha llevado a algunos científicos a suponer que podría haber servido para nadar mejor en el agua moviendo el agua hacia los lados como un tiburón o para que los depredadores no lo pudieran engullir. Al igual que el género Diploceraspis, los individuos juveniles no presentaban cuernos, los cuales iban desarrollando a medida que crecían[3] Por otra parte, Rinehart & Lucas (2001) demostraron que el desarrollo de los cuernos tabulares no era un proceso continuo, sino que, al contrario, presentaba un patrón de dos fases ontogénicas.[4]
En la cultura popular
El esqueleto fosilizado de un Diplocaulus está en exhibición en la Universidad de Míchigan Museo de Historia Natural, en Ann Arbor, Míchigan. La pantalla presenta el arte de los Diplocaulus con la controvertida piel que se extiende desde la punta de la cabeza hasta la cola.
↑Cruickshank, ARI; Sesga, BW (1980). "La importancia funcional de Nectridean tabular Horns (Amphibia: Lepospondyli)". Actas de la Royal Society B: Biological Sciences 209 (1177):. 513 [1]