Cuatro últimas canciones

Las Cuatro últimas canciones (Vier letzte Lieder, en alemán) para soprano y orquesta fue la última obra de Richard Strauss, quien las compuso en 1948, a la edad de 84 años. Se consideran el último capítulo en la literatura lírica postromántica.

Composición y estreno

El compositor no vivió para escucharlas representadas. El estreno fue en Londres el 22 de mayo de 1950 a cargo de la soprano noruega Kirsten Flagstad y la Orquesta Philharmonia, dirigida por Wilhelm Furtwängler. Existe un registro del ensayo general, recientemente editado.

Originalmente Strauss no pensó escribirlas como ciclo, usando el texto de tres poemas de Herman Hesse (Primavera, Septiembre, Al irme a dormir) y un cuarto poema de Joseph von Eichendorff (En el ocaso), el primero al que le puso música.

Los cuatro poemas versan sobre la muerte cercana y la serena aceptación del destino.

El título Cuatro últimas canciones fue creado por el editor Ernst Roth, quien además determinó el orden en que debían ser interpretadas.

Análisis

Este ciclo, que es una de las partituras más famosas de su autor, está formado de las siguientes canciones:

  • Frühling ("Primavera"), allegretto;
  • September ("Septiembre"), andante;
  • Beim Schlafengehen ("La hora del sueño"), andante;
  • Im Abendrot ("Al anochecer"), andante.

Esta obra representa en cierto modo el testamento musical del compositor, fallecido en 1949 a la edad de 85 años, aunque compuso en noviembre de 1948 una última canción, Malven ("Las Malvas"), de carácter más ligero. Podemos considerarlas como el canto del cisne de la música romántica, en una época en la que la atonalidad dominaba entre compositores como Arnold Schönberg. De hecho, son las últimas grandes canciones orquestales alemanas de una larga tradición musical.

Los textos de los tres primeros poemas son de Hermann Hesse, escritor más conocido por sus novelas que por su poesía. El último poema es de Joseph von Eichendorff. El conjunto presenta un sorprendente atajo en el ciclo de la vida, desde la "primavera" hasta la "puesta del sol", cuya última línea es "Ist dies etwa der Tod?" ("¿Podría ser esto la muerte?"). Estos lieder proclaman la aceptación serena de la muerte, como una muerte en la belleza. Una conmovedora despedida de la vida, llena de alegría y sensualidad, reflejada en una brillante y colorida orquestación, pero a la vez sencilla, en comparación con obras anteriores, sin pesados ​​adornos. Sin embargo, Strauss no tuvo la intención de organizar estas cuatro canciones en un ciclo, y su orden se fijó póstumamente; también parece que el músico había decidido poner a Frühling en penúltima posición para terminar con una visión más optimista.

Tropezado con el poema de despedida de Joseph von Eichendorff, Strauss comenzó escribiendo la cuarta canción del ciclo, Im Abendrot, el invierno de 1946-1947, y la completó en 1948. La partitura comienza con una explosión de sonido absolutamente radiante producida por una gran orquesta. Luego, la soprano canta sobre el resto que viene después de una larga vida juntos. La esposa del compositor, Pauline, era una soprano para quien él había escrito muchas de sus primeras canciones. Entonces, la energía parece agotarse poco a poco, y mientras los metales bajos cantan el motivo de la transfiguración del poema sinfónico Muerte y transfiguración, la cantante se pregunta si no será la muerte, entonces con la flauta, como dos alondras volando en el cielo, sugieren el vuelo de las almas. Fue después de componer esta pieza que Strauss leyó los poemas de Hermann Hesse, a tres de los cuales puso música durante el verano de 1948. El estremecimiento de Frühling sugiere tanto la primavera como un sueño de resurrección. La segunda canción, Septiembre, más oscura, evoca los colores del otoño, mientras que Beim Schlafengehen, teñida de un delicado erotismo, introduce un sublime solo de violín.

Si bien la obra fue estrenada por una soprano dramática con una voz dominante, Kirsten Flagstad, el ciclo se canta con mayor frecuencia en voces más ligeras, a las que se adapta mejor, aunque otras destacadas cantantes wagnerianas como Jessye Norman lo han interpretado.

Intérpretes

Las cuatro canciones proveen un despliegue ideal a la voz de soprano (registro vocal favorito del compositor), rodeada por una gran orquesta sinfónica con notables intervenciones de la trompa, ambos un homenaje de Strauss a su esposa, la soprano Pauline de Ahna, y a su padre, el solista de trompa Franz Strauss.

Desde su estreno en 1950 se ha convertido en uno de los caballos de batalla de famosas sopranos líricas y dramáticas en las salas de concierto, entre ellas Montserrat Caballé, Renée Fleming, Sena Jurinac, Elisabeth Grümmer, Leontyne Price, Birgit Nilsson, Martina Arroyo, Evelyn Lear, Helen Donath, Margaret Price y otras.

No existe un registro comercial del estreno mundial por Flagstad. Las versiones más famosas de la obra se deben a Gundula Janowitz, Elisabeth Schwarzkopf, Lucia Popp, Jessye Norman, Kiri Te Kanawa y Renée Fleming.

La soprano Barbara Bonney grabó la versión para voz y piano.

Texto original en alemán y traducción al castellano

Frühling (Primavera)

In dämmrigen Grüften

träumte ich lang
von deinen Bäumen und blauen Lüften,
Von deinem Duft und Vogelsang.

Nun liegst du erschlossen
In Gleiß und Zier
Von Licht übergossen
Wie ein Wunder vor mir.

Du kennst mich wieder,
du lockst mich zart,
es zittert durch all meine Glieder

deine selige Gegenwart!
En la gruta crepuscular

soñé largamente
tus árboles tus aires embriagadores
tus olores y el cantar de tus pájaros.

Ahora yaces descubierto
con tus ornamentos resplandecientes
pleno de luz
como un milagro ante mi.

Me reconoces de nuevo
me atraes dulcemente,
mis miembros tiemblan

tu bienaventurada presencia.
Hermann Hesse


September (Septiembre)

Der Garten trauert,

kühl sinkt in die Blumen der Regen.
Der Sommer schauert
still seinem Ende entgegen.

Golden tropft Blatt um Blatt
nieder vom hohen Akazienbaum.
Sommer lächelt erstaunt und matt
In den sterbenden Gartentraum.

Lange noch bei den Rosen
bleibt er stehn, sehnt sich nach Ruh.
Langsam tut er

die müdgeword'nen Augen zu.
En el jardín enlutado

cae gélida la lluvia sobre las flores.
El verano se estremece
mansamente esperando su final.

Goteo dorado de hoja
en hoja de la gran acacia.
El verano sonríe asombrado y abatido
en el jardín agonizante.

Moroso junto a las rosas
se entretiene, buscando la calma.
Lentamente, cierra

sus cansados ojos.
Hermann Hesse

Beim Schlafengehen (Al irme a dormir)

Nun der Tag mich müd' gemacht,

soll mein sehnliches Verlangen
freundlich die gestirnte Nacht
wie ein müdes Kind empfangen.

Hände, laßt von allem Tun,
Stirn, vergiß du alles Denken,
alle meine Sinne nun
wollen sich in Schlummer senken.

Und die Seele unbewacht,
will in freien Flügen schweben,
um im Zauberkreis der Nacht

tief und tausendfach zu leben.
Cansado del día

debe recibir mi añoranza ansiosa
amigablemente la noche
como al niño fatigado.

Manos, dejad los quehaceres,
Cabeza, olvida todo pensamiento,
todos mis sentidos
desean hundirse en el sueño.

Y el alma sin vigilancia,
desea colgándose de libres alas,
vivir profunda e intensamente

en el circulo mágico de la noche.
Hermann Hesse

Im Abendrot (En el ocaso)

Wir sind durch Not und Freude

gegangen Hand in Hand;
vom Wandern ruhen wir
nun überm stillen Land.

Rings sich die Täler neigen,
es dunkelt schon die Luft,
zwei Lerchen nur noch steigen
nachträumend in den Duft.

Tritt her und laß sie schwirren,
bald ist es Schlafenszeit,
daß wir uns nicht verirren
in dieser Einsamkeit.

O weiter, stiller Friede!
So tief im Abendrot.
Wie sind wir wandermüde--

Ist dies etwa der Tod?
Hemos atravesado necesidad y felicidad

cogidos de la mano;
descansamos del camino
en el campo silencioso.

Alrededor, se inclinan ya los valles
oscureciendo el día
mientras dos alondras se alzan
ensoñadoramente en el éter.

Ven y déjalas correr
pronto es hora de dormir
y así no nos perderemos
en esa soledad.

Lejana, calmada paz
tan profunda en el crepúsculo.
Qué cansados estamos del camino,

¿es esto quizás la muerte?
Joseph von Eichendorff

Discografía de referencia

Enlaces externos