La cromita es un mineral entre translúcido y opaco, de color negro o negro parduzco y brillo metálico.[3][4]
Con luz reflejada adquiere una coloración blanco grisácea con un tinte pardo.
Es frágil y muestra fractura irregular; las superficies rotas frecuentemente tienen una apariencia angular granulada.
Tiene dureza 5,5 en la escala de Mohs y una densidad entre 4,5 y 4,8 g/cm³.[2]
Es miembro del grupo de la espinela, formando series completas con otros miembros del grupo, como por ejemplo las series cromita-hercynita, cromita-espinela, cromita-magnetita y cromita-magnesiocromita.
La cromita es el análogo de cromo de hercynita, magnetita y coulsonita, así como el análogo de hierro de zincocromita, cocromita y magnesiocromita.[2]
Morfología y formación
La cromita puede presentarse en forma de cristales octaédricos (modificados por cubos o dodecaedros) de hasta 1 cm.
También puede adoptar habito granular fino, compacto o masivo.[5]
La cromita y la magnesiocromita constituyen las únicas menas de cromo. Los dos productos principales que se obtienen a partir de estos minerales son el ferrocromo y el cromo metálico, siendo distinto el proceso de fundición del mineral en uno y otro caso. Para la producción de ferrocromo, la cromita se reduce con aluminio o silicio en una reacción aluminotérmica, mientras que para la producción de cromo puro, el hierro debe separarse del cromo mediante un proceso de tostado y lixiviación en dos etapas.[7]
La cromita es un mineral muy extendido, siendo la localidad tipo Carrade de Cavalaire (Var, Francia).[2]
De especial interés es el yacimiento de Hangha (Sierra Leona), de donde se obtienen quizás los mejores cristales de cromita del mundo.[9] Otros emplazamientos notables son los del complejo Bushveld (Limpopo, Sudáfrica), así como los existentes en Turquía, muy numerosos (Muğla, Eskişehir, Burdur y Elazığ).[2]
↑Papp, John F.; Lipin Bruce R. (2006). «Chromite». Industrial Minerals & Rocks: Commodities, Markets, and Uses (7th edición). SME. ISBN978-0-87335-233-8.