Las crisis de ausencia se presentan en el 25% de los pacientes con epilepsia y pueden suceder solas o más frecuentemente combinadas con otros tipos de crisis convulsivas.[1] Son típicas de personas jóvenes, generalmente menores de 20 años, aunque se presentan principalmente durante la infancia, por lo que pueden confundirse con falta de atención y afectar el rendimiento escolar.[2]
Signos y síntomas
El síntoma principal y característico es el deterioro repentino de la conciencia, que suele ser breve y durar solamente unos segundos. Durante el episodio, la persona interrumpe sus actividades y permanece estática y con la mirada fija, y ocasionalmente puede presentar pequeñas gesticulaciones o parpadeos. Normalmente, al finalizar la crisis continúan con lo que estaban haciendo sin recordar lo que sucedió. Suelen ser repetitivas y presentarse en varias ocasiones en el transcurso del día.[1]
Diagnóstico
La sospecha es principalmente clínica, la presencia de episodios repentinos de interrupción de las actividades, la conversación o la marcha, acompañados de mirada fija, parpadeo y ausencia de movimientos, entre otros, orientan hacia la posibilidad diagnóstica.[2] Aunque los rastreos con resonancia magnética nuclear pueden resultar útiles para descartar otras patologías, la única prueba diagnóstica confirmatoria es el electroencefalograma,[1] donde aparecen espicas y complejos de ondas lentas.
Tratamiento
El fármaco de primera elección para las crisis de ausencia aisladas es etosuximida,[5] pero se desaconseja en el caso de la presencia combinada de convulsiones tónico-clónicas, ya que puede agravarlas. En el caso de crisis combinadas es más efectivo el valproato de magnesio, que tiene un amplio espectro de acción.[6]
↑Blumenfeld H. (2003) (en inglés) «From molecules to networks: cortical/subcortical interactions in the pathophysiology of idiopathic generalized epilepsy». Epilepsia. 44(2): pp. 7-15.
↑Glauser, T. A.; Cnaan, A; Shinnar, S; Hirtz, D. G.; Dlugos, D; Masur, D (4 de marzo de 2010) (en inglés): «Ethosuximide, valproic acid, and lamotrigine in childhood absence epilepsy». New England Journal of Medicine. 362(9): pp. 790-9.