Corriente de gracia se refiere a un concepto neumatológico de la teología cristiana que designa a una fuente espiritual que favorece la apertura de los carismas y dones de la tercera Persona de la Santísima Trinidad (el Espíritu Santo).
Características
Es para toda la Iglesia
A diferencia de los movimientos eclesiales y de los institutos de vida consagrada, una corriente de gracia es para el goce de toda la Iglesia. Por causa de ello es posible encontrar, por ejemplo, en la Renovación Carismática a sacerdotes de diferentes órdenes religiosas.[1]
Principales corrientes de gracia en la Iglesia católica
Los sacramentos
San Josemaría Escrivá de Balaguer afirmaba que «Cristo ha dado a su Iglesia la seguridad de la doctrina, la corriente de gracia de los Sacramentos; y ha dispuesto que haya personas para orientar, para conducir, para traer a la memoria constantemente el camino».[2]
La Renovación Carismática Católica
En los documentos de Malinas, que constituyen las bases fundamentales de la Renovación Carismática, el cardenal Leo Jozef Suenens define a la Renovación en el Espíritu Santo como una corriente de gracia y no como un mero movimiento eclesial. Tal idea ha sido confirmada en lo sucesivo por los servicios carismáticos presentes en todos los continentes,[3][4][5][6][7] por el Servicio Internacional para la Renovación Carismática Católica, Charis,[8] y por el propio papa Francisco.[9]
Véase también
Referencias