En agosto de 2007, las fuerzas congoleñas anunciaron que iban a poner fin a siete meses de ofensivas contra las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR). El cese de esta campaña suscitó fuertes crÃticas por parte del partido gobernante en Ruanda, ya que las FDLR son las principales fuerzas de los hutus y se opusieron en su dÃa a las milicias pro-ruandesas en la segunda guerra del Congo. Asimismo, las FDLR están compuestas de hutus responsables del genocidio de Ruanda en 1994.
Antes del alto el fuego de agosto de 2007, el general Laurent Nkunda habÃa roto relaciones con el Gobierno congoleño, comenzando a atacar posiciones del FDLR y provocando el desplazamiento de más de 160.000 personas.[1]