Esta afinidad se refleja en su Concierto para piano, que está escrito en la misma tonalidad que el de Schumann, aunque la personalidad del joven Grieg domina la partitura junto con influencias de la música folklóricanoruega. Él tenía 24 años cuando lo compuso en 1868, viviendo en Søllerød, Dinamarca.
El estreno se celebró el 3 de abril de 1869 en Copenhague bajo la batuta de Holger Simon Paulli. La pieza tuvo una buena acogida, ya que hasta Liszt llegó a tocarla en la visita a Roma 1870 de Grieg, dejando admirado al compositor. No obstante, Grieg revisó su concierto hasta siete veces, siendo la última en 1906-1907 la versión que se escucha en la actualidad.
El concierto comienza con un impetuoso redoble de timbal y una serie de acordes de gran esfuerzo. Este primer movimiento está escrito en forma sonata. El primer tema es presentado por el clarinete, y recogido luego por el solista con numerosos embellecimientos; el segundo tema, encomendado a los violonchelos, es de inequívoco sabor noruego. Durante el amplio desarrollo, el piano tiene muchos momentos para lucir sus cualidades líricas y virtuosísticas, con una soberbia cadencia y bellísimos pasajes en los que comparte protagonismo con la flauta y la trompa.
II. Adagio
Hermoso, de carácter intimista y soñador. Prescinde de los metales, a excepción de las dos trompas. El delicado tema principal es expuesto por la cuerda en sordina y tomado después por el piano, que con sus trinos parece reflejar un estado de beatitud primaveral. Un pasaje de transición da paso al movimiento final.
III. Allegro moderato molto e marcato - Quasi presto - Andante maestoso
Está construido sobre un tema de danzapopular, alegre y rítmica, que contrasta con un segundo tema de gran lirismo presentado por la flauta. El concierto retoma el brío inicial y, tras la cadencia, finaliza de manera majestuosa y brillante.