En el BDSM, los cinturones de castidad son un tipo de dispositivo inspirado en los cinturones de castidad medievales, que se usan como parte de la práctica de la negación del orgasmo, con el objeto de evitar que quien lo lleve participe en ciertos tipos de actividad sexual sin el permiso de su dominante/dominatriz, quien funge como «guardián de la llave», necesaria para abrir el cerrojo del cinturón de castidad. Sin acceso a la llave, es generalmente imposible para quien usa el cinturón quitarse el cinturón o dispositivo de castidad. Los dominantes pueden también disfrutar de una castidad a larga distancia con su sumiso o sumisa guardando la llave en un tercer lugar al que quien lleva el cinturón no puede acceder por sus propios medios.[1]
Los cinturones de castidad y otros dispositivos de castidad similares impiden cualquier tipo de actividad sexual que involucre los genitales de quien los lleve, como el coito, la masturbación o el sexo oral. Hay diseños tanto para hombres como para mujeres. Es posible usar cinturones de castidad durante sesiones de juego BDSM, bien por períodos limitados o como acuerdos a largo plazo. Quienes deciden usar dispositivos de castidad a menudo tienen un fetiche de castidad y, por lo tanto, disfrutan de la experiencia de ser puestos en castidad.
Al interior de la comunidad BDSM angloparlante, el mes de octubre, también conocido como «Locktober» (del inglés, lock, candado, y october, octubre), es un desafío anual durante el cual personas con fetiches de castidad intentan mantenerse en castidad durante el mes entero.[2]
Objetivos
En relaciones BDSM, se considera generalmente que quien usa el cinturón de castidad es el sumiso o sumisa. Esto hace parte de la práctica más amplia de la negación del orgasmo.[3][4] Hay quienes afirman que la práctica aumenta la sumisión en las personas.[5][6] Se ha reportado a menudo que, cuando se usa, el cinturón de castidad frecuentemente evoca sentimientos de frustración sexual en quien lo usa, lo cual puede resultar erótico y excitante.[7]
La imposición de un cinturón de castidad por parte de la pareja suele ser una indicación de la dominación del «guardian o guardiana de la llave» sobre las actividades sexuales de quien lo lleva. Al aceptar el cinturón de castidad, quien lo lleva acepta entregar a su pareja el control sobre su comportamiento sexual, quien puede otorgarle permiso a quien lo lleve para participar en actividades sexuales quitándose el cinturón. El dominante tiene la posibilidad de decidir cuándo, dónde, cómo o con qué frecuencia se le permite al sumiso experimentar un orgasmo, o incluso si se le permite uno para empezar.
En dinámicas entre dominantes y sumisos/as, los dominantes llevan en ocasiones la llave de castidad en un collar como símbolo de dominación sobre sus sumisos.[8] Tienen la posibilidad de retrasar o demorar la gratificación del sumiso, jugar con ellos juegos centrados en la provocación y la negación, o darles orgasmos arruinados.[9][10] Las redes sociales pueden incorporarse a los juegos eróticos, por ejemplo, usando las redes sociales para pedir que una audiencia vote respecto a cuánto tiempo más debe el sumiso o sumisa permanecer en castidad.[11] La pérdida de control sobre sus propias respuestas sexuales puede ser motivo para los sumisos o sumisas de excitación y/o brindarles placer mental.
Si bien la mayoría de diseños de cinturones de castidad modernos no evitan completamente que quienes los usen toquen físicamente sus genitales, por lo general evitan la masturbación. Las jaulas para pene (ver más adelante) pueden contener el pene con firmeza, pero también hay algunas que son holgadas y pueden hacer posible la estimulación manual, incluso al punto del orgasmo, aunque el coito se vuelve imposible. La medida de prevención de la masturbación más eficaz requiere características de diseño que incorporen piercings genitales o una encapsulación completa y ajustada del área genital.
Existen muchos foros en línea en los cuales los usuarios pueden discutir sus experiencias de mantenerse en castidad.[12]
Cinturones de castidad para hombres
Por lo general, los cinturones de castidad modernos para hombres siguen el patrón tradicional «florentino» (así llamado en referencia histórica a los cinturones de castidad en Florencia en el Bellifortis, un manual militar del siglo XV), que tienen una banda alrededor de la cintura o las caderas y un «escudo» o placa que va en medio de las piernas para cubrir los genitales.
Algunos dispositivos de castidad para hombres no son prácticos para ser usados a largo plazo debido a restricciones sanitarias. En cinturones destinados al uso a largo plazo, el escudo o placa debe acomodarse a las necesidades higiénicas del usuario:
El escudo consiste comúnmente en una banda plana con ranuras o agujeros para que entre aire y por donde puede pasar la orina.
Cinturones con disposición en «tanga» tienen una sola correa que va desde las nalgas hasta la cintura. Puede ser un cable recubierto de plástico o una varilla metálica fina y curvada, y puede haber una abertura en la tanga para permitir la defecación.
Los cinturones con disposición en «V» tienen un par de cadenas o cables unidos entre sí en la parte inferior del escudo y separados hacia la parte posterior de la cintura en forma de «V» para dejar la parte trasera abierta.
Tras el escudo o placa frontal se suele fijar un tubo para el pene. En algunos diseños, los testículos van cubiertos a su vez en jaulas especiales. La mayoría de cinturones de castidad de alta seguridad vienen hechos de acero inoxidable, aunque se fabrican también cinturones de fibra de vidrio. La mayoría de los diseños de cinturones llevan candados o cerrojos. Para viajar, a menudo se prefieren dispositivos de plástico con precintos de plástico numerados. Los diseños más seguros llevan las argollas de sus candados ocultas para dificultar que puedan cortarse.
Cinturones de castidad femeninos
También existen cinturones de castidad para mujeres del llamado «tipo florentino». Tal y como es el caso del diseño florentino estándar, una banda circular horizontal rodea la cintura y un escudo o placa va unido a la parte frontal del cinturón. El escudo o placa se extiende hacia abajo para cubrir las áreas genitales de la usuaria y se conecta con la parte posterior del cinturón.
Los cinturones de castidad modernos están por lo general hechos con características y accesorios para adaptarse a fantasías eróticas y al juego de BDSM. Por ejemplo, una ranura en la placa frontal puede dar espacio a un consolador que se introduce en la vagina de la usuaria, y que no puede ser retirado sino por quien tenga la llave. Algunos cinturones llevan una placa perforada (a veces llamada «escudo secundario») sobre esta ranura para evitar que la usuaria se pellizque al sentarse. La cubierta también puede prevenir la masturbación directa al impedir el acceso a los labios vulvares. Placas anales que retienen a la fuerza tapones anales dentro de la usuaria son accesorios comunes. La placa puede diseñarse para acomodarse a piercings genitales para brindar mayor seguridad.
Si bien los cinturones de castidad pueden impedir la masturbación, es posible con todo que las usuarias puedan alcanzar el orgasmo. Si la usuaria es capaz de alcanzar el orgasmo a través de ejercer presión sobre su vulva, del acto del tribadismo con una pareja, o alcanzar el orgasmo sólo a través del pensamiento (conocido como «orgasmo no estimulado genitalmente»), los cinturones de castidad no impedirán que se produzca un orgasmo.[13]
Un cinturón de castidad para mujeres tipo Carrara
Dibujo de una mujer con un cinturón de castidad puesto
Labios menores con un piercing de castidad
Jaulas de castidad masculina
Un tipo popular de dispositivos de castidad para hombres es comúnmente llamado jaulas de castidad, jaulas de pene, dispositivos de castidad o tubos de castidad. Se les usa de manera casi exclusiva como juguetes sexuales y en juegos de BDSM,[14] y pueden encerrar el pene para hacer que las erecciones sean incómodas o imposibles si el hombre se excita, y así evitar relaciones sexuales, masturbación, sexo oral que involucre los genitales del usuario y otras formas de actividad sexual.[15] Las jaulas de castidad pueden combinarse con juguetes sexuales tales como collares eléctricos o aplastadores de testículos.
La mayoría de jaulas de castidad constan de un anillo que se coloca alrededor de la base del pene por detrás del escroto y un tubo o jaula que sostiene el pene, acoplando entre sí las dos partes mediante una bisagra o pasador. Las jaulas de pene están diseñadas para que el pene adentro no pueda ser estimulado directamente con las manos o los dedos. Las puntas de las jaulas de pene suelen ir perforadas para así permitir el paso de orina y su diseño puede incorporar ventilaciones que faciliten su uso y limpieza en el largo plazo. El pene flácido se introduce en la jaula y es forzado a mantenerse en un ángulo descendente para que la erección resulte incómoda o imposible. Algunos diseños tienen jaulas de pene extra cortas en la que se puede apretujar el pene para restringirlo aún más que en jaulas de pene normales. Otros diseños incluyen una punta que cubre completamente el glande y a través de la cual se fija un catéter, y la punta es luego asegurada por medio de correas cortas que confinan el pene y se fijan al anillo ubicado tras el escroto.
Comúnmente, el anillo y la jaula van unidos con un candado o precinto de plástico a prueba de manipulaciones. Cuando el dispositivo está bajo llave, los testículos quedan atrapados en el espacio entre el anillo y la jaula del pene, que es lo suficientemente estrecho como para evitar que puedan sacarse los testículos y el pene. Por lo general, los testículos se dejan en una posición fija, expuestos bajo de la jaula, si bien algunos diseños tienen una copa adicional que impide que haya acceso fácil al área genital entera.
Las jaulas de castidad pueden estar hechas de material plástico resistente, por ejemplo policarbonato o ABS, o de silicona, lo que reduce enormemente su coste y peso en comparación con las hechas de acero inoxidable. Información reciente sugiere que hay que ser precavido antes de usar dispositivos hechos de plástico que contengan BPA, como el policarbonato. Los dispositivos hechos de plástico ABS son alternativas más seguras que el plástico de policarbonato debido a que éste libera BPA a través del contacto prolongado con la piel. El BPA puede provocar respuestas de estrógeno que llevan a desequilibrios hormonales y a posibles encogimientos del pene [16][17] a través de la lixiviación de sustancias químicas que funcionan como interruptores endocrinos directamente a través de la piel.[18]
La mayoría de las jaulas de castidad están diseñadas para ser usadas a largo plazo o de manera indefinida y pueden incluir una cerradura con llaves, o dispositivos plásticos de bloqueo (típicamente precintos) que incorporan números de identificación para que el usuario pueda ser puesto bajo llave a distancia por parte de un llavero que se encuentre en un lugar remoto. Cuando se les combina con un precinto de plástico a prueba de manipulaciones, las jaulas de castidad plásticas permiten un acceso más fácil a través de seguridad aeroportuaria u otras áreas de seguridad restringidas que requieren pasar por detectores de metales .
Hombre con una jaula de castidad en la Feria de Folsom Street
Jaula metálica de castidad con candado
Jaula de castidad usada comúnmente y hecha de plástico
Microcastidad extrema
Candado insertado a través de un piercing de castidad en el pene
Comparación entre un pene no circuncidado sin y con la jaula. La jaula es de acero inoxidable y lleva un candado estilo tornillo.
Seguridad
Las jaulas de castidad debe ser de un tamaño y ajuste adecuados para que sean seguras y no causen daño a los genitales. El tamaño y el espaciado del anillo son los dos ajustes más importantes que pueden realizarse. Un anillo demasiado apretado cortará el flujo sanguíneo, mientras que uno demasiado suelto no será seguro. Los cinturones y jaulas metálicos de castidad destinados a su uso en el largo plazo deben estar hechos de acero inoxidable o titanio de tipo médico, para reducir los riesgos de alergias al metal y toxicidad por metal.[19]
Ha habido casos de estrangulación del pene como resultado de no poder quitarse dispositivos colocados alrededor del pene (no necesariamente cinturones de castidad) en un amplio espectro de grupos de edad, por lo que es necesario ser cuidadoso para evitar la constricción a lo hora de usar cinturones de castidad.[20] En 2008, se reportó de un incidente en el que bomberos tuvieron que cortar un dispositivo femenino de castidad de titanio cuando se perdieron las llaves, debido a la presión que el dispositivo ejercía sobre los genitales de una mujer.[21]
Una de las confusiones más comunes respecto al uso de jaulas de castidad es que estas impiden que se produzcan erecciones. Si bien estos dispositivos controlan las erecciones, no las previenen del todo, ya que esto requeriría cortar peligrosamente el flujo sanguíneo al pene.[22]
Fabricación
La mayoría de diseños modernos de cinturones de castidad descienden de los diseños de Hal Higginbottom de 1956.[23] Cinturones modernos de estilo florentino se describen a veces como cinturones «estilo Tollyboy» o «tipo Tollyboy», como referencia al diseño original de la empresa de Higginbottom.
La anatomía humana varía enormemente de persona a persona y por tanto es común que los cinturones de acero diseñados para uso a largo plazo sean hechos a medida. La fabricación de dichos cinturones, al tratarse de un nicho bastante específico, es por fueraza una industria artesanal. Muchas empresas fabricantes han aparecido y desaparecido a lo largo de los años.
En 1969, la revista estadounidense Time[24] así como varios periódicos en 1978[25] publicaron artículos sobre el fabricante de cinturones de castidad británico David Renwick, quien afirmaba tener un negocio próspero de fabricación de cinturones de castidad para una clientela mundial.
En 1971, la empresa Hugessen de Halstead, Essex, fabricante de cinturones de castidad, obtuvo una exención de impuestos sobre la base de que sus productos constituían dispositivos de control de la natalidad.[26][27][28][29][30] En 1974, se publicó ampliamente en revistas[31] y periódicos [32] británicos una historia sobre la quiebra de la empresa.
A.L. Enterprises, una empresa de Las Vegas, Nevada, que vende la serie CB de jaulas plásticas de castidad, fue fundada por Doris y Frank Miller en el año 2000.[7] Doris y Frank Miller son considerados pioneros en la fabricación de cinturones de castidad modernos. Tras su muerte en 2017, la empresa fue vendida a inversores en 2018. El sistema de castidad femenina World Cage fue fundado en 2020 por la hija de Doris y Frank Miller, Nikki Yates, ex directora ejecutiva de A. L. Enterprises entre 2007 y 2017.
Si bien no hay estadísticas fiables sobre el uso de cinturones de castidad, reportes anecdóticos de fabricantes sugieren que la mayoría de cinturones vendidos en Europa y los EE. UU. son cinturones femeninos, y que de los cinturones masculinos pedidos, relativamente pocos son usados como dispositivos de prevención de violaciones.[33]
En el género erótico
Los cinturones de castidad han aparecido en el género erótico. El libro de Chastity Belts: An Illustrated History of the Bridling of Men de Esar Levine (1931)[34] es una collección de foto y relatos eróticos de hombres con cinturones de castidad, con comentarios.[35] Sitios web contemporáneos como Literotica o SmutMD tienen cientos de obras eróticas escritas por aficionados sobre castidad masculina y femenina.
↑Emling, Shelley (13 de mayo de 2001). «A lock on love». Milwaukee Journal Sentinel. Archivado desde el original el 25 de mayo de 2007. Consultado el 9 de agosto de 2008.
↑Silberstein J, Grabowski J, Lakin C, Goldstein I (julio de 2008). «Penile constriction devices: case report, review of the literature, and recommendations for extrication». The Journal of Sexual Medicine5 (7): 1747-57. PMID18507720. doi:10.1111/j.1743-6109.2008.00848.x.