La principal característica de esta superfamilia son sus tarsoscriptopentámeros, es decir, compuestos por cinco artejos, pero el penúltimo de ellos es muy pequeño y queda más o menos oculto en el tercero, que es grande, bilobulado y aplanado.
Biología y ecología
Se trata de coleópteros eminentemente fitófagos. Muchas larvas de cerambícidos se desarrollan en el interior de la madera, y pueden producir daños en árboles o madera puesta en obra; los adultos pueden alimentarse de flores, frutos, hojas, savia, hongos o simplemente unos pocos no se alimentan. La mayoría de los Chrysomeloidea viven, tanto en estado larvario como adulto, a expensas de vegetación herbácea u hojas de árboles, pudiendo atacar plantas cultivadas y causando plagas; algunas especies son temibles defoliadores; otros, (Bruchinae), son importantes plagas de cereales almacenados, ya que se desarrollan en el interior de las semillas.
Taxonomía
La superfamilia Chrysomeloidea incluye las siguientes familias y subfamilias:[1]