Aurora Ruiz (Buenos Aires, 5 de junio de 1921-ibídem, 17 de diciembre de 1999), más conocida como Chela Ruiz, fue una actriz argentina de radio, teatro, cine y televisión. Recibió varios premios por su labor artística y se le recuerda en especial tanto por la interpretación que realizara en la película La historia oficial de una abuela que busca a su nieta como por su militancia por los derechos humanos en el grupo Conciencia.
Comienzos en la radio
En su infancia y adolescencia vivió en la localidad de Ciudadela, Provincia de Buenos Aires adyacente a la ciudad de Buenos Aires. A los 19 años comenzó junto con su hermana, la también actriz Nora Cullen, a trabajar en la radio leyendo avisos de publicidad y llegó a ser locutora oficial de Radio Splendid. Trabajó como actriz en el exitoso programa Del brazo con los Varela donde también actuaba Ricardo Passano, y también lo hizo con Margarita Xirgu y López Lagar, llegando a ser una de las intérpretes favoritas de la autora de radioteatros Nené Cascallar.
Respecto de ese papel decía la crítica cinematográfica Susana Freire:
"«Fue un personaje clave en su carrera. No sólo por los aplausos que el film cosechó en el mundo entero, ni por la emoción que su actuación provocó en los espectadores, sino porque en ese papel la actriz resumía muchos otros personajes concebidos con su especial sensibilidad. No se permitía desbordes, cada actuación era una fina elaboración que reflejaba un intenso proceso interno que podía traducir exteriormente con la simplicidad de un pequeño gesto.
Esta técnica aplicada al trabajo fue más que elocuente en la telenovela Rosa... de lejos, donde interpretaba a la madre del maestro (Juan Carlos Dual). Fue precisamente ese rol, el de madre, el que explotó en sus últimos trabajos y el que le dio mayores satisfacciones, como el premio a la mejor actriz protagónica que obtuvo por su labor en "Mamá querida", de Silvio Fischbein, o la repercusión que alcanzó en las telenovelas Amor gitano, Soy Gina, Mujer comprada, Amándote, Antonella y Zíngara».[1]
La dramaturga y guionista de televisión y de cine Aída Bortnik (autora entre otras obras del guion de La historia oficial) recordaba con estas palabras la actuación de Chela Ruiz en un programa de televisión:
«Chela: ¿usted cree en el ardor de las pasiones locas?, le preguntaba con tono cotidiano y razonable, pero con una mirada intensa y perturbadora. Brizuela Méndez no alcanzaba a contestar. Ella se precipitaba a un monólogo irresistible, que lo/nos sorprendía y provocaba emociones y carcajadas. Daba saltos mortales o bailaba el vals, exhibía la seducción y el terror de una danza de los siete velos y adquiría de pronto tonos maternales y serenos que remataba lanzándose sin red hacia la exasperación romántica. Y no necesitaba para eso más que palabras, en su voz, en su manera de decirlas, estaba todo. Y parecía una señora tan normal, con un vestido estampado, con la cartera colgando del brazo y una melena prolija. Porque el personaje era una señora. Como las que uno encuentra a la salida de misa o comparando masitas para un té con otras señoras, quizá tan normales y abismalmente surreales como ella...
Cuando actuaba derrochaba felicidad sobre nosotros, sobre los que podíamos sorprendernos riendo o llorando, según su magia lo dictara. Directamente conectados a la más pura esencia de su calidad de actriz. No pudiendo adivinar nunca de dónde vendría la carcajada, o la emoción, no viendo jamás el sutil recorrido de su flecha que apuntaba a estrujarnos el corazón de pronto, sin aviso, sólo con talento y entrega, sólo sintiendo lo que había que sentir, cuando había que sentirlo y obligándonos sin esfuerzo alguno a sentirlo con ella.»[2]
Fallecimiento
Chela Ruiz padeció de mal de Alzheimer durante los últimos cuatro años de su vida y dos meses antes de fallecer no reconocía a nadie. A comienzos de diciembre de 1999 fue internada en el Hospital Durand de la ciudad de Buenos Aires para ser intervenida por una escara que se le había infectado y el 17 de ese mes falleció en ese establecimiento de un paro cardíaco. Sus restos fueron enterrados en el Panteón de Actores del Cementerio de la Chacarita.