El proyecto de construcción en Aboño de una central térmica para aprovechar la producción de carbón de HUNOSA de la cuenca minera asturiana se concretó a principios de los años 1970. Fue la empresa asturiana Hidrocantábrico quien acometió su construcción, en las inmediaciones de la ría de Aboño, culminando las obras a principios de 1974. El 15 de marzo de ese año entró en servicio el Grupo I, con una potencia eléctrica de 365,5 MW.[4]
En 1977, se construyó un parque de carbones aprovechando una antigua estación del Ferrocarril de Langreo.[5] Esta línea fue aprovechada para conectar directamente la térmica de Aboño con la línea ferroviaria Sotiello-Musel, tramo que fue inaugurado el 15 de mayo de 1984 y que facilitaba el acceso en tolvas del carbón de las cuencas mineras.
En 1985, Hidrocantábrico acometió la ampliación de la central térmica, a un nuevo grupo de 556,2 MW que fue conectado a la red el 23 de septiembre de ese año.[4] En 1995 se abrió al tráfico un nuevo tramo ferroviario que permitía la conexión entre la central y el nuevo muelle de carbones del puerto gijonés. Esto facilitó la entrada de carbón de importación en la térmica, que desde entonces prescindió del mineral de HUNOSA,[5] práctica que se convertiría en tendencia en otras centrales térmicas españolas. Desde 2008, la central fue alimentada exclusivamente con hulla importada, principalmente de Estados Unidos e Indonesia.[6]
En 2010, HC Energía manifestó su intención de ampliar la central, proyectando un ciclo combinado de tres grupos que sumarían 1200 MW en unos terrenos aledaños a la misma.[7] El descenso en la demanda energética ocasionado por la crisis económica provocó la paralización del proyecto, por el que también se había interesado la multinacional Endesa.[8]
En julio de 2020 EDP anunció que adaptaría Aboño 1 para la quema exclusivamente de gases siderúrgicos a partir de 2022 y mantendría Aboño 2 operativa para atender cualquier eventualidad.[9]
Emisiones
Es la instalación térmica española más contaminante y una de las 20 fábricas europeas que más emisiones produce, 7.545.959 toneladas de dióxido de carbono al año.[10]
En el ranking de las compañías de Europa que más dióxido de carbono emiten a la atmósfera en 2018 obtuvo la posición número 23 y era la segunda española, solo por detrás de la Central térmica de Puentes de García Rodríguez.[11]