El filtro de cartón (nombre técnico), cartaja (coloquial) o toncar (juego de palabras), internacionalmente conocido en inglés como paper tip, es un pequeño trozo rectangular de cartón que se enrolla a modo de cilindro para usarse como boquilla en un cigarrillo de cannabis. Se coloca en el extremo del cigarro, entre la boca y la droga.
Los filtros de cartón se comercializan bajo este nombre en las grow shops, las tabacaleras y otros puntos de venta de artículos para el fumador. A pesar de sus riesgos para la salud, es el formato de filtro más usado para fumar cannabis.[1]
Características
Extendidos tienen un tamaño aproximado de 6 × 2.5 cm, y se enrollan sobre sí mismos para formar un cilindro. Es frecuente que el extremo interior se doblegue con forma de zig-zag (Z, M, W... etc.) o espiral para contener las pequeñas partículas de hierba dentro del cigarro y que no pasen a la boca del fumador. La mayoría filtros de cartón comerciales se venden troquelados (con diminutas perforaciones) que facilitan el zig-zag.
Riesgos para la salud
A pesar de denominarse filtro, la cartaja realmente no filtra en absoluto el humo de la combustión. Sirve, más bien, como refuerzo para liar y sostener el cigarrillo, mantener su forma y no desperdiciar las últimas caladas.
En la práctica, el filtro de cartón no frena la inhalación de partículas tóxicas como el alquitrán del cannabis, producto de la combustión.[1] Esto se suma al hecho de que las inhalaciones con un cigarro de cannabis son mucho más profundas y duraderas que las realizadas con un cigarro de tabaco,[2] por lo que en se deposita una mayor cantidad de sustancias tóxicas en el pulmón.[3] Su uso frecuente supone un riesgo para la salud del aparato respiratorio.