El capellán de las Rocas (Capellà de les Roques en valenciano) es un sacerdote católico que participa en la Fiesta del Corpus Christi de Valencia.
Su función principal es invitar a participar en la procesión del Corpus durante la cabalgata del Convite. En la cabalgata, que se celebra a las 12 del mediodía del domingo del Corpus, sale tras las banderolas, los gigantes y los cabezudos o nanos.[1] Va montado a caballo o en una mula. Cuando la fiesta se celebraba el jueves, el convite se hacía el mediodía de la víspera, hasta 1990, cuando la fiesta del Corpus se pasó a celebrar en domingo.[2]
Hasta el siglo XIX formaba parte del clero secular y tenía residencia de forma gratuita en la Casa de las Rocas, hasta que el cargo pasó a los frailes de la Orden de los predicadores.[3] También era el encargado de supervisar y dirigir las obras que se realizaron en la casa y de supervisar los ensayos de los misterios, actos sacramentales y danzas que se llevaban a cabo.[4]
El capellán de las Rocas forma parte también del lenguaje popular valenciano. Aparece en las expresiones conéixer més gent que el capellà de les Roques, o saludar més gent que el capellà de les Roques, para hacer ver que es una persona que conoce mucha gente o muy saludadora.[5][6] También la expresión pareix el capellà de les Roques hace referencia a una persona que saluda mucho por analogía al saludo que va haciendo con el sombrero durante la cabalgata del convite.[3]
En 1800, el fraile cartujo Tarín y Juaneda ya hacía una descripción de la cabalgata y situaba el Capellán de las Rocas siguiendo a los timbales y clarines de la ciudad. Iba vestido de hábito talar, y montando un caballo envejecido y cubierto con terciopelo negro. El cura saludaba a su paso con su sombrero. Le seguían las danzas y misterios.[7]
En la Relación de la Procesión del Corpus, publicada en 1857, se indicaba que a las once de la mañana salía el cura, que formaba parte del cuerpo municipal, de la Casa de las Rocas, montado a caballo con gualdrapas de terciopelo negro, con las armas de la ciudad bordadas con oro en las puntas, y acompañado de un piquete de caballería y dos palafreneros. Seguido de las danzas y comparsas se dirigía al palacio municipal.[8]
Referencias