Su nombre, quizá legendario,[3] es explicado por los cronistas a partir del supuesto hecho ocurrido el 2 de febrero de 1435 (1440 en otras versiones),[4] cuando los madrileños de la zona se concentraron en los miradores que luego formarían la calle para contemplar "el primer día de sol claro, después de tres meses de lluvias y nieves".[5]