Conocida por los antiguos alquimistas (Paracelso, Lemery, Rhumelius ...) bajo el nombre de «vitriolo de Chipre» o «vitriolo de Hungría» o incluso «vitriolo cuproso», «vitriolo azul» (o azul-cian), la calcantita fue descrita por el mineralogista François Sulpice Beudant en 1832 bajo el término Cyanose.[1] Aunque será en realidad la descripción de Franz Ritter von Kobell de 1853, la que será referida con el término calcantita (chancanthite). Este término proviene de la palabra latina Chalcanthum, 'flor de cobre', derivada de un término griego que combina χαλκóσ (chalkos), 'cobre', y ἃνθος (anthos), 'flor'. El mineral forma a menudo flores destacadas formando una corteza, que los antiguos consideraban, era una marca significativa.
Características
Fórmula: Cu(SO4)·5H2O
Dureza: 2,5
Peso específico: 2,1 - 2,3
Color: azul
Color de la raya: blanca
Brillo: vítreo, translúcido
Cristales: laminar
Fracturamiento: irregular
Sistema cristalino: triclínico
Origen: hidrotermal, vetas
Se la conoce por ser extremadamente soluble en el agua (hecho que explica que solamente se encuentre de forma natural en zonas de clima muy seco), acumular bastante polvo y proporcionar al paladar un gusto metálico. Es levemente tóxica.
Está en la lista del libro Guinness de los récords por ser el mineral que más nombres ha puesto a las ciudades por ejemplo:
Al ser hidrosoluble, solo se encuentra en lugares muy secos. Se presenta formando estalactitas de hasta un metro de longitud en Bisbee, Arizona, Estados Unidos, en Ríotinto (Huelva), España y Chile. Otros yacimientos de interés están en Chuquicamata (Chile) Cerro de Pasco (Perú);[2] en Bárcena de pie de Concha (Cantabria), El Brull (Barcelona), Colmenarajo (Madrid) y en la mina de Castillo de las Guardas (Sevilla).[3]
Minerales asociados
Dado que la calcantita se encuentra en depósitos oxidados de otros minerales de cobre, se encuentra habitualmente asociada a otros minerales de cobre, como: