Para defenderse de la piratería en la costa de Santañí se construyeron muchas fortificaciones, de las cuales están documentadas cuarenta. La mayoría eran torres de defensa, como la Torre Nova de sa Roca Fesa de Cala Santañí, que es una de las más importantes.
En los años 1920 tan sólo acogía algunas viviendas y casetas de pescadores. No fue hasta la década de los 60 cuando se inició su proceso de urbanización de la actual localidad. El primer establecimiento de carácter turístico fue el bar Es Torrent, y en 1961 se edificó el Hotel Cala Santañy.