El bucle omega es un motivo de la estructura secundaria de las proteínas, encontrado en particular en la superficie de proteínas globulares. Se compone de un bucle de cualquier longitud y cualquier secuencia de aminoácidos. El único requisito es que los residuos que componen el principio y el final del bucle están muy cercanos.[1] Fueron descritas por vez primera en 1986 y deben su nombre a que su forma se asemeja a la letra griega omega en mayúsculas.[2] Este motivo puede participar en el reconocimiento molecular, la estabilidad y el plegado de la proteína.[1] Por ejemplo, en la enzimatriosa fosfato isomerasa forma una interacción que estabiliza dos dominios de la proteína en un dímero.