Una broma telefónica –o también llamadapitanza en Chile o joda telefónica en Argentina–,[1] es aquella broma en la que se llama por teléfono a una institución o persona, para engañarle por diversión. Las bromas telefónicas han sido realizadas y criticadas desde la popularización del teléfono como medio de comunicación. El humorista argentino Julio Victorio De Rissio, más conocido como Doctor Tangalanga, es un claro ejemplo.
Tipo de bromas
Broma a instituciones públicas
Las más conocidas son principalmente a la policía y a los bomberos. Por ejemplo, se les informa de que existe una emergencia en un lugar determinado y cuando llegan al lugar de destino descubren que es un engaño. Este tipo de bromas producen importantes gastos en recursos materiales, humanos y en tiempo para estas instituciones.[2] Asimismo, el volumen de estas llamadas saturan las líneas disponibles de la institución afectada, impidiendo que las llamadas por verdaderas necesidades sean atendidas.[3]
En algunos teléfonos de emergencia se ha estimado que un 20% o 30% de las llamadas recibidas son calificables como bromas telefónicas.[4] En otros casos se ha estimado incluso en cerca del 70%.[1] Una importante parte de estas bromas son realizadas por niños y jóvenes,[5] incrementando el número de bromas telefónicas en los horarios en los cuales no hay clases,[2] o cuando están de vacaciones.[6]
Broma a números de casa o celulares
Son conocidas por las llamadas hechas a números de casa con el fin de hacerse pasar por un patrocinador de una oferta o beneficio, o simplemente pidiendo contactar a determinada persona para obtener satisfacción haciéndola enfadar o escuchar las reacciones ante propuestas varias, en general ridículizantes. Estas llamadas pueden ser insistentes y repetitivas, algo con lo que se busca aumentar el nivel de irritabilidad en la víctima, o breves y sencillas con gran carga de insultos y agresiones verbales.