Abraham "Bram" Stoker (Clontarf, Irlanda, 8 de noviembre de 1847-Londres, 20 de abril de 1912) fue un novelista y escritor irlandés, conocido por su novela Drácula (1897).
Biografía
Hijo de Abraham Stoker y Charlotte Mathilda Blake Thornley, Bram Stoker fue el tercero de siete hermanos.[1] Su familia era burguesa, trabajadora y austera, cuya única fortuna eran los libros y la cultura. Su mala salud lo obligó a llevar a cabo sus primeros estudios en su hogar con profesores privados, ya que pasó sus primeros siete años de vida en cama debido a distintas enfermedades. Mientras se encontraba enfermo su madre le contaba historias de fantasmas y misterios, que más tarde influyeron en su obra.
A los siete años se recuperó por completo y en 1864 ingresó en el Trinity College, donde se licenciaría con matrícula de honor en matemáticas y en ciencias en 1870. Fue campeón de atletismo y presidente de la Sociedad Filosófica. Mientras estudiaba, trabajó como funcionario en el castillo de Dublín, sede del gobierno británico en Irlanda, donde su padre ocupaba un alto cargo. Incluso trabajó como crítico de teatro para el Dublin Evening Mail y crítico de arte para varias publicaciones de Irlanda e Inglaterra. Aprobó las oposiciones de Derecho para poder ejercer como abogado en Inglaterra.[2]
El 4 de diciembre de 1878, cinco días antes de trasladarse a Londres, Stoker se casó con Florence Balcombe, una antigua novia de su amigo Oscar Wilde, con la que tuvo un hijo, llamado Irving Noel nacido el 31 de diciembre de 1879.[3]
Obra
Sus primeros relatos de terror, como "La Copa de Cristal" (1872), fueron publicados por la London Society, y The Chain of Destiny en la revista Shamrock. En 1876, mientras trabajaba como funcionario, escribió un libro de texto nombrado The Duties of Clerks of Petty Sessions in Ireland (1879), este libro se utilizó como referencia durante mucho tiempo.[2]
Su experiencia como crítico de teatro para el Dublin Evening Mail, cuyo copropietario era el célebre escritor de novela góticaSheridan Le Fanu, uno de los más importantes de su época por relatos como el de Carmilla, sobre una vampiresa, influyó mucho en Stoker a la hora de escribir Drácula. La crítica de Stoker hacia la obra fue una gran alabanza a la actuación en Hamlet del actor Henry Irving, quien le contrató para ser su secretario particular y gerente del Lyceum Theatre de Londres.[2]
Mientras trabajaba para Irving, fue crítico literario para el Daily Telegraph y escribió varias novelas como The Snake's Pass (1890) y Dracula (1897) y, tras la muerte de Irving en 1905, La dama del sudario (1909) y La guarida del gusano blanco (1911).
Su esposa fue la administradora de su legado literario, y dio a conocer obras como la que sería la introducción de Drácula, el relato corto El invitado de Drácula.
Drácula, de 1897, fue su creación literaria más reconocida, en la cual realzó los matices del vampirismo y la cual pasó a ser una obra literaria transmitida a través de los años. Es una historia ficticia basada, según algunas fuentes, en el personaje real del príncipe de ValaquiaVlad III, nacido como Vlad Drăculea, más conocido como «Vlad el Empalador» (en rumano: Vlad Țepeș).
Se inspiró en Henry Irving y en Franz Liszt para fijar el aspecto del conde Drácula y la novela refleja la lucha entre el bien y el mal. Oscar Wilde dijo de ella que era la obra de terror mejor escrita de todos los tiempos, y también «la novela más hermosa jamás escrita». Además, la obra recibió elogios de, entre otros, Arthur Conan Doyle.
Así publicando su libro de Drácula el 26 de mayo de 1897