Su principal ventaja son sus bajos requerimientos de hardware, por lo cual es una de las mejores alternativas para sistemas de pocos recursos o de poca memoria (de 1,5 MB a 2 MB de memoria RAM, contra casi 100 MB de KDE o GNOME).
Es ideal para máquinas de escasos recursos o servidores en los que solo se necesita un entorno gráfico reducido para las operaciones diarias de mantenimiento. A pesar de tan escaso consumo es bastante configurable, ya que admite temas para personalizarlo y algunas opciones para cambiar la apariencia del escritorio.