Este navío estaba anclado junto al cañonero USS Wateree y la bricbarca USS Fredonia la tarde del 8 de agosto de 1868.
Como a las 17:05 de la tarde del 13 de agosto, un terremoto de gran intensidad (grado 6 de la escala Richter) asoló la ciudad de Arica, echándola prácticamente abajo. La población sobreviviente se apiñó en los muelles solicitando ayuda a los navíos allí anclados para embarcarse, cuando repentinamente a las 17: 30 se desarrolló un tsunami que destruyó los malecones ocasionando muchos ahogamientos.
Los navíos surtos, incluidos la BAP América soltaron sus anclas e intentaron ganar aguas profundas. La América que estaba con los fuegos encendidos inició la marcha tratando de salvarse hacia mar abierto, cuando bruscamente a las 17:30 el nivel del mar bajó por causa del retiro de la marea y la dejó varada en seco sobre quilla, con los fondos averiados en la bahía junto a los otros navíos.[1]
Sorpresivamente el mar volvió entre las 17:45 y 18 horas como una marea sostenida de una altura no menor 13 metros con olas de 5 metros de forma continua y retomó a los navíos varados. La BAP América empezó a flotar, mientras que el USS Fredonia se destruía al chocar contra el morro de Arica; la BAP América siguió la misma dirección del USS Wateree, pero al topar con el fondo arenoso, empezó a rodar sobre su casco curvo destruyéndose los fondos y sus aparejos. No hubo ningún sobreviviente ni se hallaron los cadáveres de sus tripulantes.
No así el Wateree, que era de fondo plano y quedó intacto con casi toda su tripulación menos un tripulante que desapareció, quedando a casi 0,45 km de distancia de la orilla.