Asambleas Constituyentes de Costa Rica de 1838 a 1870
De 1838 a 1870 se suscitaron gran cantidad de Asambleas Constituyentes con mayor o menor grado de efectividad, independencia o facultad legislativa.[1] Como es costumbre en Costa Rica, después de una ruptura del orden constitucional que defenestra un gobierno, se convocaba una Constituyente que legitimaba al nuevo gobierno (costumbre que se mantuvo en 1871, 1917 y 1949). Durante la muy inestable segunda mitad del siglo XIX en que se dieron gran cantidad de golpes de Estado, las Constituciones proliferaron tanto como los golpes, así como sus Asambleas.
Asambleas
Braulio Carrillo asume el poder en Costa Rica en calidad de dictador en 1838 y convoca a una Asamblea Constituyente que se suspende indefinidamente.[1] Carrillo emite por vía decreto la Ley de Bases y Garantías que opera como Constitución de facto.[1]
En abril de 1842 el general Francisco Morazán toma el poder en Costa Rica derrocando a Carrillo y convocando a una Asamblea Constituyente en junio.[1] Esta tendría además potestades legislativas, aun cuando las mismas no son propias de un Poder Constituyente.
Derrocado Morazán y electo presidente interino José María Alfaro éste convoca el 5 de abril de 1843 a una Asamblea Constituyente que se instaura oficialmente el 1 de junio.[1] Esta Constituyente sería la segunda última en asumir atribuciones legislativas, si bien mayormente se reducía a ratificar las leyes que le remitía Alfaro.[1] Redactó la Constitución de 1844, misma que dejaría descontentos a la jerarquía militar que derrocaría al gobernante del momento, Antonio Pinto Soares quien devolvería el poder a Alfaro el 7 de junio de 1846.
Este vuelve a convocar una Asamblea Constituyente que funcionaría hasta 1847 emitiendo la Constitución de ese año. La cual sería reformada, de nuevo vía Constituyente, en 1848.[1]