El artículo 75 de la Constitución de Costa Rica establece que el catolicismo es la religión oficial del país, lo que convierte a Costa Rica en el único estado de América que lo hace. El debate actual sobre el tema y el paso hacia un estado secular completo se encuentran en el debate público y político. Este artículo es también el único en el Título VI, único capítulo de la Constitución.
Texto
La Religión Católica, Apostólica, Romana, es la del Estado, el cual contribuye a su mantenimiento, sin impedir el libre ejercicio en la República de otros cultos que no se opongan a la moral universal ni a las buenas costumbres.
Costa Rica, como muchos países latinoamericanos, tiene tres comunidades religiosas principales; católicos (52%), evangélicos (22%) y no religiosos, incluidos agnósticos y ateos (17%).[2] Mientras que los católicos están divididos sobre el tema, la mayoría de los ciudadanos no religiosos apoyan el estado secular mientras que los cristianos evangélicos se oponen a él (a pesar del hecho de que el evangelismo no es la religión oficial y no se vería afectado por la medida), principalmente porque lo ven como una transición gradual hacia el ateísmo de estado.[1]
Hay un proyecto de ley de reforma constitucional en discusión en la Asamblea Legislativa en comisión, sin embargo, ante la oposición de las bancadas evangélicos el avanzado ha sido nulo.[9][10][11]
Opinión pública
En 2011, el 41% de los ticos estaban a favor de la eliminación del artículo 75 de la Constitución según una encuesta de Unimer.[12] Una encuesta de la Universidad Nacional de 2014 mostró solo el 25% de apoyo a dicha reforma.[13] Una encuesta realizada por la Universidad de Costa Rica en 2017 encontró los mismos resultados; 25% de apoyo.[14]
Un estudio sociológico realizado entre 2013 y 2014 por Laura Fuentes Belgrave mostró que la mayoría de los católicos practicantes apoyan un estado secular, ya que consideran que el vínculo económico entre la iglesia y el estado es una burla a la Iglesia y apoya el laicismo,[15] posición que también tienen la mayoría de los católicos practicantes.[15] Las personas no religiosas apoyan ampliamente el laicismo y argumentan que ninguna iglesia debe recibir fondos estatales.[15]
Los neopentecostales, por otro lado, se oponen ferozmente al laicismo homologando el estado laico con el estado ateo y consideran que la situación actual de estado confesional protege a las iglesias evangélicas.[15] Los protestantes históricos, por otro lado, tienden a entender mejor la diferencia entre laicismo y ateísmo y algunos apoyan al estado secular, sin embargo, un gran número de estos protestantes no pentopostales argumentan que todas las iglesias deben recibir fondos estatales y que Costa Rica la religión oficial debe ser el cristianismo y no el catolicismo.[15]