En 2022 en la arquidiócesis existían 194 parroquias agrupadas en 8 vicarías episcopales territoriales: Nuestra Señora de la Merced, San Miguel Arcángel, Inmaculada Concepción, Sagrado Corazón de Jesús, San Pedro y San Pablo, Santa Marianita de Jesús, Santo Hermano Miguel y El Quiche.[4]
El 20 de diciembre de 1534 se erigió la parroquia de Quito por parte del fundador de la ciudad, Sebastián de Belalcázar, quien le asignó al presbítero Juan de Rodríguez un solar y los lotes al costado sur de la Plaza Mayor, en donde se erigió la iglesia parroquial (actual catedral).[5]
Originalmente la parroquia de Quito pertenecía a la diócesis de Panamá. El 5 de septiembre de 1536, con la erección de la diócesis del Cuzco, pasó a su dependencia. Al erigirse la diócesis de Lima el 14 de mayo de 1541, la parroquia de Quito pasó a su dependencia.
Diócesis
La diócesis de Quito fue erigida a petición del emperador Carlos V el 8 de enero de 1545 con la bulaSuper specula Militantis Ecclesiae del papaPaulo III,[6] obteniendo el territorio de la arquidiócesis de Lima, de la que originalmente era sufragánea. El primer obispo de Quito fue García Díaz Arias quien fue elegido al mismo tiempo, siendo ordenado como tal el 5 de junio de 1547. La antigua iglesia matriz se erigió como Catedral de la Asunción de la Virgen María. Desde su erección hasta 1786, el territorio diocesano se extendió a toda la Real Audiencia de Quito y por tanto era mayor que el actual territorio del Ecuador.
En 1569 el obispo Pedro de la Peña estableció un primer seminario en el palacio episcopal, que en 1585 fue trasladado a la iglesia de Santa Bárbara. En 1594 el seminario, dedicado a San Luis de Francia, fue confiado a los jesuitas, quienes lo mantuvieron hasta su expulsión en 1767, tras lo cual pasó al clero secular.
El 16 de enero de 1769[nota 4] la diócesis cedió una porción de su territorio para la erección de la entonces diócesis de Cuenca.
Los últimos tiempos de la época colonial española se caracterizaron por una estrecha dependencia de la Corona, lo que con la expulsión de los jesuitas y el desmantelamiento de sus misiones en la zona oriental de la diócesis, provocó un freno y descenso de la actividad pastoral.
Peor aún fue la situación al inicio de la república, que pretendía ejercer todos los derechos de la Monarquía española, incluido el derecho de patronato regio a los obispos presentes.
El 22 de septiembre de 1835, mediante la bula Sollicitudo omnium ecclesiarum del papa Gregorio XVI, cedió algunas parroquias a la entonces diócesis de Popayán que luego de la disolución de la Gran Colombia había quedado en territorio de Colombia.[7]
El 29 de enero de 1838 cedió otra porción de su territorio para la erección de la entonces diócesis de Guayaquil mediante la bula In supremo beati del papa Gregorio XVI.[8]
Arquidiócesis
El 13 de enero de 1848 la diócesis fue elevada al rango de arquidiócesis metropolitana mediante la bula Nos semper Romanis Pontificibus del papa Pío IX.[9] Nicolás Joaquín de Arteta y Calisto, quién se desempeñaba como obispo de Quito, fue elevado a arzobispo. Originalmente pasó a tener como diócesis sufragáneas a las diócesis de Cuenca y Guayaquil.
Posteriormente cedió porciones de su territorio para la erección de nuevas circunscripciones eclesiásticas:
En 1862 a los jesuitas que se habían restablecido en el Ecuador se les confió nuevamente el seminario, que diez años después pasó a la dirección de los padres lazaristas y estaba dedicado a san José.
El 6 de agosto de 1875 el presidente García Moreno fue asesinado por masones; menos de dos años después, el arzobispo José Ignacio Checa y Barba también fue asesinado el 30 de marzo de 1877, envenenando el cáliz durante la misa del Viernes Santo.
El 20 de abril de 1906 una litografía de la Virgen Dolorosa fue vista por 38 personas abriendo y cerrando los ojos. Tras un juicio canónico, se declaró la autenticidad del milagro.
El 11 de noviembre de 1995 por decreto de la Congregación para los Obispos se elevó la arquidiócesis a sede primada, otorgando a los arzobispos de Quito el título de primado del Ecuador (Primas Aequatoria).
Estadísticas
Según el Anuario Pontificio 2023 la arquidiócesis tenía a fines de 2022 un total de 2 631 835 fieles bautizados.
Santiago Castillo Illingworth, La Iglesia y la Revolución Liberal, Quito, 1995, pp. 80, 92, 153
(en latín) Konrad Eubel, Hierarchia Catholica Medii Aevi, vol. 3, p. 280; vol. 4, p. 290; vol. 5, p. 326; vol. 6, p. 351; vol. 7, pp. 316-317; vol. 8, p. 475