Antonio José Álamo Dávila (Barquisimeto, Estado Lara, Venezuela, 16 de noviembre de 1873-Caracas, 5 de marzo de 1953) fue un escritor, historiador, abogado, diputado al Congreso Nacional y ministro de fomento bajo el gobierno de Juan Vicente Gómez.
Primeros años
Nació el 16 de noviembre de 1873 en la ciudad de Barquisimeto; sus padres fueron Juan Manuel Álamo Conde y Rufina Dávila Alvarado. Curso estudios profesionales en el Colegio Federal de Barquisimeto, donde obtuvo el título de doctor en Ciencias Políticas, en 1897 habiendo presentado como tesis de grado un importante estudio intitulado: “Sociedades Civiles». Se especializó en Derecho Administrativo. Ejerció la abogacía en su ciudad natal.
Fue diputado al Congreso Nacional por el Estado Lara (1905-1909); Secretario de Gobierno del Estado Yaracuy (1909) y presidente de la Cámara de Diputados (1910-1911); Senador por el mismo estado (1918-1919); Vocal de la Corte Federal y de Casación (7 de junio de 1919) y presidente del Congreso (1920).[1] También fue Ministro de Fomento (24.6.1922-1929); Presidente del Estado Sucre (1929-1931) y del Estado Bolívar designado el 2 de enero de 1933 hasta el 26 de diciembre de 1935, desarrolló una gestión centrada en mejorar la vialidad del interior del territorio regional. Ejecutó los puentes de Guaimire, los Caneyes, Caripito y Matacorumo en la carretera hasta El Dorado; refacción y decoración del Palacio de gobierno, estudios preliminares para el nuevo Acueducto de la ciudad capital; reconstrucción de las avenidas 5 de Julio y 19 de Abril y prolongación del Paseo Falcón hasta el Dique por el sistema de concreto[2]
Permaneció exiliado desde 1936 hasta 1941 en San José de Costa Rica.[3] Individuo de número de la Academia Nacional de la Historia (Sillón letra S), elegido el 20 de septiembre de 1945, se incorporó el 3 de julio de 1946 con el tema: El escepticismo y la tolerancia en la Academia.
Reconocido como historiador
El 20 de septiembre de 1945, la Academia Nacional de la Historia lo reconociera como Individuo de número, asignándole el Sillón con el literal “S”. Su incorporación a la magna academia se concretó el 3 de julio de 1946, ofreciendo un aclamado discurso titulado: El escepticismo y la tolerancia en la Academia, ante un auditorio atestado de eruditos.
Su quehacer competente lo llevó a que los académicos de aquella corporación lo nombraran su director entre 1947 a 1949 y de 1951 a 1953. Asimismo fue miembro de la comisión editora para la celebración del Bicentenario del Natalicio de Generalísimo Francisco de Miranda en 1949.
Ya en su Barquisimeto, se rodeó de los mejores hombres del momento y juntos decidieron llevar a feliz término una hazaña de juventud: la fundación de una institución que velara por la historia regional a la cual registraron con el nombre de: Centro Histórico Larense, desde donde también surgió otro sueño que lo convertirá en el primer cronista oficial de la ciudad de Barquisimeto, nombrado el 11 de abril de 1951, hasta el año 53.
El día 5 de marzo de 1953, a la edad 79 años, fallecería en su casa de un infarto en la ciudad de Caracas; el entierro de Álamo Dávila salió del Palacio de las Academias, dirigiéndose a la quinta Berenice donde sería velado y a la mañana siguiente sería enterrado en el Cementerio General del Sur.[4]
Referencias