Antonio Vilariño (nacido el 2 de noviembre de 1925 - ?) fue un futbolista argentino. Jugaba como delantero y su primer equipo fue Rosario Central. Su hermano mayor, de nombre Bernardo, también fue futbolista profesional.
En el Campeonato de 1949 repite buenas actuaciones; convirtió 13 tantos, uno de ellos en el clásico rosarino disputado el 28 de agosto y que finalizó igualado en dos goles.[1] Integra la preselección Argentina de cara a la Copa Mundial de Fútbol de 1950, certamen del que los albicelestes finalmente no participarían.[2]
A partir de sus destacados rendimientos le llegó una oferta para jugar en Colombia; tras la huelga de futbolistas profesionales en Argentina sucedida en 1948, muchos jugadores habían optado por emigrar al país cafetero, que poseía una liga no reconocida por FIFA conocida como El Dorado, por lo que los atletas fichaban directamente con los clubes de aquel país, pasando por alto a sus equipos de origen. Vilariño fue contratado para 1950 por Deportivo Cali.[3]
Se mantuvo en el cuadro azucarero durante cinco temporadas, jugando en buen nivel; durante 1954 fue cedido a préstamo a Independiente Medellín para una gira que este club realizó por Perú.[4][5]
A partir del llamado Pacto de Lima, por el cual la FIFA reintegra a Colombia su afiliación, surge el compromiso por parte de la federación del país cafetero de devolver los pases de los futbolistas incorporados durante la era pirata a sus clubes respectivos una vez finalizado 1954.[6][7] Vilariño se reincorporó en 1955 a Rosario Central de esta manera, junto a Américo Tissera, Orlando Cuello y Alberto Cazaubón. Disputó los 30 partidos del campeonato de dicho año, marcando 7 goles. Al año siguiente pasó a jugar para el Club San Carlos de Noetinger, equipo participante de la Liga Bellvillense de Fútbol, en la provincia de Córdoba. En sus dos etapas defendiendo la casaca de Rosario Central, Vilariño totalizó 114 partidos y 37 goles.[8]