La gentamicina es la más usada de los aminoglucósidos, sin embargo, la amikacina tiende a ser especialmente efectiva en contra de organismos resistentes. También, pero solo para uso local la neomicina y la framicetina. Son, junto con los antibióticos betalactámicos, uno de los pilares básicos de la moderna quimioterapia.
Química
Los miembros más conocidos de esta familia de antibióticos contienen, además de uno o varios aminoazúcares, un aminociclitol (alcohol cíclico con grupos aminos) unidos por un enlace glucosídico, por lo que realmente son aminoglucósidos-aminociclitoles. De ellos destacan:
Inhiben la síntesis proteica actuando sobre la unidad 30S de los ribosomas.
A pesar de actuar sobre la síntesis proteica, por lo que se tendería a clasificar como bacteriostáticos, su efecto es bactericida debido a que, además de actuar sobre la subunidad menor del ribosoma, actúan también aumentando la expresión genética del transportador opp, lo cual genera un mayor gasto de ATP; esto es lo que le da su cualidad bactericida .
Resistencia
La resistencia bacteriana a los aminoglucósidos no es muy frecuente, y cuando ocurre, es debido a:
Producción de enzimas inactivantes, en plásmidos. 13 enzimas. Ej.: fosfotransferasas, acetilasas y adenilasas.
Los aminoglucósidos se indican en el tratamiento de infecciones severas del abdomen y las vías urinarias, así como en casos de bacteriemia y endocarditis en los casos que se sospeche infección por enterococo.
Sepsis de origen desconocido, urinario (gentamicina), biliar, o intestinal (kanamicina).
Infecciones severas donde ya han fracasado otros antibióticos (amikacina).
Efectos adversos
Oto y nefrotóxicos en uso sistémico. El evitar el uso prolongado, la depleción de volumen corporal y la administración concomitante de otros agentes potencialmente tóxicos, disminuyen el riesgo de toxicidad.
Nefrotoxicidad: elevación reversible de la creatinina y la urea. Es conveniente controlar la dosis del medicamento. El más nefrotóxico es gentamicina.
Ototoxicidad: alteran neuronas sensitivas de las ramas coclear o vestibular del VIII nervio craneal. Generalmente irreversible porque se produce una muerte neuronal. El más ototóxico es estreptomicina.
Debido a su frecuente toxicidad, el uso de kanamicina se ha limitado últimamente al uso oral y tópico.[3][4]
↑Edmunds, Ann L (septiembre de 2006). «Inner Ear, Ototoxicity». Infectious Diseases(en inglés). eMedicine.com. Consultado el 5 de septiembre de 2008. «Neomycin and kanamycin have a limited antibacterial spectrum and are more toxic than the other aminoglycosides.»